La guacamaya, ave símbolo de los mayas, está en peligro de extinción por el acelerado daño a su hábitat natural en varias regiones de Honduras, pero en Copán Ruinas su población, principalmente la roja, está aumentando poco a poco gracias a un programa de protección iniciado en 2001.
El proyecto inició en 2001 en el Parque de Aves Macaw Mountain para la protección, principalmente de la guacamaya, que figura entre las esculturas en piedra que la antigua civilización maya dejó en lo que ahora es el parque arqueológico de Copán Ruinas.
Guacamaya, símbolo de los mayas
Cabezas de guacamayas, también conocidas en Honduras como guaras, adornan el hermoso campo de pelota que dejaron en Copán los mayas, quienes vivieron en el sur de México, norte de Guatemala, Belice, el occidente de Honduras y El Salvador.
Actualmente, unas 60 guacamayas rojas, de las que unas 42 han sido liberadas por el proyecto privado, fundado por el estadounidense Lloyd Davidson, sobrevuelan en el parque arqueológico, lo que constituye un valor agregado para los turistas, que disfrutan del espectáculo de las aves y su bullicio.
“El parque Macaw Mountain fue concebido para aves en general, específicamente nativas de la región, no aceptamos aves exóticas, como cacatúas y otras especies, de las que nos han ofrecido varias”, dijo a Efe su portavoz, Paola Carías.
En el Parque de Aves la mayor población es de guacamayas rojas, de las que algunas vuelan libremente en el bosque y otras permanecen en jaulas grandes, algunas como parte del programa de liberación y otras incautadas por el Instituto de Conservación Forestal o donadas por particulares, que están en proceso de recuperación.
En las jaulas reciben buena atención y cuidado otras especies como chachalacas, un zopilote rey blanco, búhos, pericos verdes, algunos con cabeza naranja, otros de frente blanca o nuca amarilla como “Polly”, quien se pasea libremente y es fiel compañera en los hombros del propietario del parque, Lloyd Davidson.
Aumentar la población
El programa de nacimiento de guacamayas en cautiverio en el Parque de Aves, para su liberación, que inició en 2010, tiene como objetivo repoblar no solamente el parque arqueológico de Copán Ruinas, sin todo el valle de Copán, que abarca varios municipios del departamento del mismo nombre, fronterizo con Guatemala.
En el proyecto se han coordinado acciones con la Fundación Mundial de Loros, el Instituto de Conservación Forestal (ICF), la Fundación Welchez y el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH).
Se suman la Asociación Copán, la Fundación Copán Maya, la Dirección Departamental de Educación de Copán, una mancomunidad de cuatro municipios y la Cámara de Comercio, Industria y Turismo de Copán Ruinas.
Los cuatro municipios de la mancomunidad son Copán Ruinas, Santa Rita, Cabañas y San Jerónimo, cuyas autoridades suscribieron el 11 de abril 2016 un acuerdo para la protección de la guacamaya roja, ave nacional de Honduras, en lo que también están involucrados maestros y niños como parte de la cruzada educativa ambiental.
La portavoz del Parque de Aves indicó que los turistas están respondiendo bien y que anualmente están recibiendo unos 48.000, lo que representa un importante aporte para su mantenimiento.
En el parque arqueológico el mayor espectáculo lo brindan las guacamayas rojas, ya sea en vuelo o subidas en los árboles, donde sus colores rojo, azul y amarillo, contrastan con las diferentes tonalidades de verde del bosque.
El otro espectáculo está en el Parque de Aves, donde el turista puede ver libremente volar guacamayas rojas y verdes; los tucanes que son muy ariscos, de varias especies; pericos verdes y otros animales voladores.
También tucanes
Las guacamayas y tucanes incluso llegan a comer las frutas y semillas que personal del parque les colocan en fuentes alrededor de un espacio entre el bosque al que los turistas llegan por un café o para disfrutar de los animales que se acercan hasta menos de un metro de distancia de sus mesas.
El último de los atractivos en el Parque de Aves son tres guacamayas, una roja, una verde y una azul con dorado, que interactúan con los turistas al final del recorrido.
El turista se puede colocar la roja en la cabeza, la verde en un brazo y la azul con dorado en el otro. Esta última agita sus alas cuando el visitante gira el brazo, el momento más esperado para hacerse fotos con las tres guacamayas.EFE