El comisario europeo de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, Karmenu Vella, ha puesto de manifiesto la importancia de tomar medidas para mejorar la calidad del aire, dado que «literalmente, es una cuestión de vida o muerte» y, además, uno de los retos de España en materia medioambiental.
Según asegura en una entrevista con Europa Press, algunas medidas pasarían por restringir el acceso a los vehículos más contaminantes en las ciudades, como ya se hace en Madrid y Barcelona. De hecho, el pasado mes de mayo, Vella anunció que la Comisión Europea no llevará a España ante el Tribunal de Justicia de la UE por la mala calidad del aire.
A principios de año, la Comisión Europea (CE) abrió un procedimiento de infracción a España y a otros ocho países de la UE, a los que dio un plazo para presentar medidas para acabar con los problemas de la mala calidad del aire. Según explica Vella, se decidió incoar un procedimiento de sanción a España por los datos sobre mortalidad relacionada con la contaminación: «en la actualidad hay más de 6.500 muertes prematuras cada año en España debido al dióxido de nitrógeno».
Según indica el comisario, la CE finalmente tomó la decisión de no multar a España por la información que proporcionó dentro de ese plazo, que incluía medidas que «realmente podrían mejorar la calidad del aire«. En concreto, se reconoció el Plan Nacional de Calidad del AIRE y las acciones tomadas en Madrid y Barcelona. «Cuando se observan juntas, las medidas propuestas tienen el potencial de corregir la situación de incumplimiento de manera creíble, oportuna y efectiva, siempre que se implementen en su totalidad sin demora», sostiene el comisario europeo.
No obstante, advierte de que el caso «sigue abierto», pues según las informaciones más recientes, la UE tiene evidencia de que se siguen superando los niveles máximos de contaminación. «Estamos observando los desarrollos cuidadosamente, porque estos problemas deben ser resueltos», avisa.
Según asegura en una entrevista con Europa Press, algunas medidas pasarían por restringir el acceso a los vehículos más contaminantes en las ciudades, como ya se hace en Madrid y Barcelona.
Otras de las medidas que destaca el experto para mejorar la calidad del aire es la exclusión de aquellos vehículos más antiguos (y que, por tanto, son más contaminantes) o el establecimiento de esquemas de acceso especiales para periodos de máxima contaminación. Igualmente, apuesta por la mejora del transporte público, como incrementar la flota de autobuses, una medida que ya se aplica en ciudades como Londres o Copenhage. O promover el uso de calderas más eficientes mientras se ayuda a los ciudadanos a reducir sus costes de calefacción.
Además de la mejora de la calidad del aire, Vella destaca otros dos retos por parte de España: el agua y la gestión del agua, incluida la finalización del tratamiento de las aguas residuales urbanas; y la gestión de residuos y el desarrollo del potencial de la economía circular. «También me encantaría ver que el desarrollo sostenible se incorpore también a otras áreas políticas, lo que sería un gran paso adelante», agrega el comisario.
En el lado positivo, reconoce la gestión de proyectos cofinanciados por el programa LIFE, la Red Española de Autoridades Ambientales creada en 1997 y modelos urbanos sostenibles presentes en algunas ciudades españolas como es el caso de Vitoria-Gasteiz, Capital Verde de Europa en 2012.
Vella también se ha referido al compromiso de España de prohibir las bolsas de plástico para 2021. El comisario europeo ha señalado que la propuesta es «buena», añadiendo: «mejor tarde que nunca». A su juicio, las legislaciones dirigidas a erradicar el plástico están teniendo «un gran éxito» en toda Europa, por lo que desea que suceda lo mismo en España. «Sin excepción, cuando se presentan medidas como esta, los ciudadanos adaptan rápidamente su comportamiento y los beneficios para el medio ambiente son considerables en un corto espacio de tiempo», valora.
Cumbre de parís
Durante la entrevista, el comisario también ha hablado del cambio climático y de los objetivos de la UE establecidos en la Cumbre de París de 2015. Sobre este acuerdo suscrito en la capital francesa, Vella se muestra «seguro» de que la UE mantendrá «su parte del trato».
El acuerdo estableció el objetivo de mantener el aumento de la temperatura mundial por debajo de los 2ºC y hacer todo lo posible por mantenerlo a 1,5ºC (en relación con los niveles preindustriales). Y que para tal fin, los países tienen la obligación de adoptar medidas para reducir sus emisiones. «Ya hemos implementado la legislación que necesitamos, así que confío en que mantendremos las promesas que hicimos en el acuerdo de París.
Pero en términos de emisiones globales, estamos lejos de ser el jugador más grande. Así que nos comprometemos con todos los partidos y tratamos de mantenerlos a bordo, formando coaliciones y asociándonos con otros líderes climáticos importantes como China y Canadá», explica.
La próxima cumbre, que se celebrará a principios de diciembre de este año en Katowice (Polonia), «será un buen indicador» de cómo lo está haciendo la UE, según comenta, pues se verá qué tipo de progreso han hecho otras partes. En cualquier caso, asegura que «la Comisión está haciendo todo lo posible para que el acuerdo de París sea un éxito».
Para Vella, el principal desafío al que se enfrenta la UE para luchar contra el cambio climático pasa por garantizar que las políticas comunitarias «sean realmente efectivas cuando se trata de reducir las emisiones», y destaca la necesidad de reducir los combustibles fósiles: «obviamente tenemos que alejarnos del carbón».
Por: ECOticias.com / Red / Agencias