Cada hora desaparecen más de diez hectáreas de bosque amazónico por culpa de los cultivos ilícitos, la ganadería o el acaparamiento de tierras.
Si se acaba el bosque, se acaba el agua. esta es una premisa que parecen desconocer quienes se dedican a la deforestación en importantes lugares como el parque de chiribiquete, en el Amazonas.
“Cortan el bosque, a veces para sembrar cultivos de uso ilícito, otras veces para pastos, ganadería, o simplemente para acaparamiento de tierras”, señalas la directora territorial de la Amazonía del Parques Nacionales.
“En el 2018 tenemos alertas en el sistema de deforestación del Ideam, que nos dan preocupación en ciertos sectores, específicamente hacia San Vicente del Caguán y Cartagena del Chairá y parte norte, en la carretera marginal de la selva del Guaviare”, explica José Younes Mebarak, coordinador de Visión Amazonía, del Ministerio de Ambiente.
Las autoridades trabajan rápido para contrarrestar esta amenaza conocida como el avance de la motosierra, pero afirman que el posconflicto es uno de los factores que dificultan esta labor, acelerando la devastadora caída de los bosques.
“Ha habido un control territorial que se ha venido ejerciendo por bandas también irregulares, residuales”, dice Younes.
Esto le da potencia al calentamiento global. Lo más grave es que, según la ONU, la temperatura en la tierra aumenta de manera muy rápida y, de seguir así, para 2030, pasará el umbral global de los 15 grados Celsius.
La deforestación es un atentado contra los bienes y servicios que prestan los bosques a la humanidad, ¿qué están haciendo las autoridades para frenarla?
“Estamos trabajando no solo en monitoreo, sino también en fortalecimiento de las autoridades ambientales para que se impongan las multas y sanciones. No más en la CDA, está en alrededor de 42 procesos con más de 2.500 millones de pesos en multas y sanciones que están próximas a ser confirmadas.
Es necesario regular el clima para controlar las aguas, la biodiversidad y el ecosistema, para vivir.
noticiascaracol.com