Terry Francona dejó el listón bien alto para los futuros managers de los Medias Rojas. En el 2004, luego de que Boston se encontrara por detrás en la serie 3-0 ante los Yankees en la Serie por el Campeonato de la Liga Americana, Francona no perdió un solo juego más ese año, eliminando a Nueva York y posteriormente a los Cardenales en la Serie Mundial. Una impresionante racha para alzar el título.

Tres años más tarde, Francona cerró la temporada con siete victorias seguidas. Estaba abajo 3-1 ante los Indios en la SCLA, cuando comenzó la seguidilla que terminó con la barrida sobre los Rockies en la Serie Mundial. Ambas situaciones serán recordadas para siempre, al igual que el hecho de que Francona tuviera récord de 8-0 en Series Mundiales con Boston.

Pero ahora tenemos a Alex Cora, quien está buscando crear su historia con Boston. Los Medias Rojas eliminaron a los Yankees en cuatro juegos en la Serie Divisional de la Liga Nacional. También dejaron en el camino a los campeones defensores, Astros, tras cinco duelos en la SCLA. Tienen 7-2 en octubre.

Todavía tienen una Serie Mundial por disputar, ante los Dodgers o Cerveceros. Pero por ahora, los Medias Rojas han lucido en octubre: Fueron los mejores en la temporada regular y todavía lo siguen siendo. No solo tienen 7-2 en la postemporada, sino 5-0 en la carretera. Y, nuevamente, no se puede hablar del cuarto viaje a la Serie Mundial del equipo en 15 años, sin la importancia de un manager novato que ha sido tan aclamado como sus jugadores.

Es el estilo del dirigente boricua que nos imaginamos cuando lo vimos jugar entre 1998 y 2011. Siempre supimos que Cora era uno de los jugadores más inteligentes, cuando jugó con los Medias Rojas por cuatro años. Lo supimos en Nueva York, cuando estuvo con los Mets un par de años. Sin importar si estaba en la alineación o no, siempre nos deteníamos un par de minutos en su locker para escuchar su análisis.

Un día en el vestuario de los Mets en el Citi Field, le dije que ya comenzaba a sonar como un manager.

Cora sonrío y dijo «Solo intento prestar atención. Eso es algo bueno».

Cora habló toda la temporada sobre un proceso de cuatro pasos en Boston. Ganar el Este de la Americana, ganar la SDLA, luego alzar el banderín del joven circuito y luego hacer lo propio en la Serie Mundial. Ya Boston está en el Clásico de Octubre por primera vez desde el 2013, cuando ganaron con un equipo que no contaba con tanto talento como este.

En el cuarto de entrevistas del Minute Maid Park el jueves por la noche, Cora dijo lo que significaba llevar a Boston nuevamente a la Serie Mundial.

«Es especial», dijo. «No solo como manager sino como individuo. «Todos conocen el aspecto histórico de la ciudad, todo lo positivo y negativo. Y para mí, siendo minoría, dirigir en Boston no ha sido complicado. Liderar a este equipo ha sido increíble. Es un grupo talentoso pero humilde y hambriento».

Ellos son como su manager, quien se siente como un niño nuevamente, tras celebrar su 43er cumpleaños haciendo su mejor trabajo cuando su equipo lo necesitaba.

Cora, quien no se rindió con Jackie Bradley Jr. cuando no estaba bateando, presenció cómo empujó nueve carreras con tres batazos, incluyendo dos jonrones, ante los Astros. Es por eso que tampoco sorprende que tampoco se rindiera con David Price y Craig Kimbrel, quienes hace una semana y media en el Yankee Stadium no lucían nada bien.

El miércoles por la noche, Cora utilizó a Kimbrel desde la 8va entrada, pidiéndole que sacara los seis outs restantes con el juego 8-5. De alguna manera lo consiguió, a pesar de ponerle los nervios de punta a los aficionados de Boston.

Cora ya estaba listo con Price por si fallaba Kimbrel. Luego vio a Price lanzar el juego de su vida en el quinto encuentro de la serie, completando seis entradas en blanco con nueve ponches.

Ya saben todos los cambios en la alineación que ha hecho Cora en las últimas semanas. Comenzó cuando se fue con Brock Holt, Rafael Devers y Christian Vazquez en el Juego 3 ante los Yankees, antes de volver con Eduardo Núñez e Ian Kinsler, quienes dieron importantes batazos en el Juego 4. Vieron el gran manejo que tuvo con los lanzadores abridores, Chris Sale, Rick Porcello y Nathan Eovaldi, utilizándolos como relevistas. Pero cuando Cora estaba sentado a la derecha del manager de los Astros AJ Hinch, y seguía prestando atención, vio cuando en octubre pasado Hinch hizo lo mismo con sus abridores.

Alex Cora ya está en la serie Mundial. Finalmente el utility se ha convertido en la estrella. Todos saben ahora lo que alguna vez nosotros vimos en su locker.

 

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