Los sistemas alimentarios y el conocimiento tradicional indígena han sobrevivido durante cientos de años, por tanto, podrían contener algunas de las respuestas que estamos buscando, aseguró hoy el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.

La FAO considera a los pueblos indígenas y tribales como “actores fundamentales en la lucha contra la pobreza, el hambre y todas las demás formas de malnutrición, así como para la promoción de prácticas agrícolas sostenibles”, dijo Graziano da Silva en un discurso con el que concluyó el Seminario de Alto Nivel de expertos sobre sistemas alimentarios indígenas convocado para explorar cómo aprovechar el conocimiento tradicional para lograr el Hambre Cero. Con la falta de comprensión y apoyo a los sistemas alimentarios indígenas se corre el riesgo de dilapidar conocimientos ancestrales y siglos de experiencia.

“La pérdida de biodiversidad es también la pérdida de nuestra identidad, de nuestros alimentos y medicinas”, advirtió Taita Ignacio Morales, curandero tradicional de la etnia Muiska-Piuret de Colombia.

A lo largo del seminario, 70 panelistas procedentes de comunidades y organizaciones indígenas; universidades y centros de investigación, junto más de 180 participantes de 49 países intercambiaron experiencias y conocimientos sobre los sistemas alimentarios indígenas. Al combinar presentaciones sobre el conocimiento tradicional y las competencias del conocimiento científico, el seminario ha permitido incrementar la comprensión y las contribuciones que los sistemas alimentarios indígenas han estado haciendo al mundo.

Los participantes revisaron algunos de los estudios analíticos y de campo realizados durante el año pasado por un grupo de trabajo establecido por la FAO y Bioversity International, el Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR), el Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) de Francia y la Asociación Indígena para la Seguridad y Soberanía Alimentarias, así como varias organizaciones indígenas locales, sobre cómo las comunidades indígenas de todo el mundo producen alimentos y gestionan el territorio y el medio ambiente de manera sostenible.

“En el camino para alcanzar la Meta de Hambre Cero, necesitamos métodos de producción de alimentos más eficientes. Debemos cesar las prácticas perjudiciales para el medio ambiente. Tenemos que innovar y abrirnos a todo tipo de sistemas alimentarios”, destacó Patrick Rata, Embajador de Nueva Zelanda ante Italia y Representante ante la FAO.

Coorganizado por la FAO, UNESCO, el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de Naciones Unidas (UNPFII), el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe (FILAC) y el Centro de Documentación, Investigación e Información de los Pueblos Indígenas (DOCIP) para intercambiar ideas, interpretaciones y propuestas, que se articularán en una publicación futura. El seminario de expertos y la publicación son contribuciones clave al debate mundial sobre sostenibilidad y resiliencia climática en el contexto de la Agenda 2030 y el Decenio de Acción de las Naciones Unidas sobre la Nutrición.

Los pueblos indígenas comprenden más de 370 millones de personas, que hablan más de 4 000 idiomas en 90 países y ocupan alrededor del 22 por ciento de la superficie terrestre, actuando como custodios del 80 por ciento de la biodiversidad del planeta. Sin embargo, aunque representan alrededor del 5 por ciento de la población mundial, suponen el 15 por ciento de los pobres del mundo.

La FAO reconoce a los pueblos indígenas como aliados en la lucha contra el hambre y la malnutrición, y subraya su papel para avanzar en la implementación de la Agenda de Desarrollo Sostenible. El escaso respeto de los derechos ancestrales y colectivos de los pueblos indígenas sobre sus tierras comunales, recursos naturales y territorios, combinado con el incumplimiento del principio de Consentimiento Libre, Previo e Informado y las escasas oportunidades de representación política, sitúan a los pueblos indígenas en situación de vulnerabilidad.

“Necesitamos abordar esta situación y prestar especial atención a los jóvenes y las mujeres indígenas”, señaló al respecto Graziano da Silva.

Diálogo e intercambio de conocimientos

“Lo importante de este seminario es que no solo los pueblos indígenas se unan, sino que estamos avanzando en estrategias y asociaciones con diferentes organizaciones para garantizar que nuestros sistemas alimentarios sean visibles, reconocidos y respetados”, indicó por su parte Christiana Louwa Saiti, representante del pueblo El Molo, de Kenia.

Los sistemas alimentarios indígenas son dinámicos y su persistencia resalta su valor como fuente de información para desafíos globales más amplios, subrayó a su vez Helena Semedo, Directora General Adjunta de la FAO.

Semedo instó a los participantes del seminario a pensar en “cómo podemos adoptar las características clave de los sistemas alimentarios indígenas que dependen tanto de los cultivos como de las plantas silvestres, las sinergias con el medio ambiente natural y la biodiversidad, la estrecha adaptación a las condiciones locales, un elevado nivel de diversificación, escasa huella de carbono, menos externalidades negativas y un menor uso de insumos externos y estando a la vez estrechamente ligados a actividades socioculturales y espirituales”.

Junto con las ceremonias de apertura y clausura, que estuvieron presididas por Abuela Amalia, una curandera tradicional del pueblo náhuatl en México, y Taita Morales, el seminario abordó temas que abarcan cómo los sistemas alimentarios indígenas pueden contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Desafío Hambre Cero. Las sesiones también se dedicaron a estudios de casos relacionados con comunidades en las tierras altas de Viet Nam, el norte de Finlandia, las Islas Salomón y los bosques de Camerún.

“Aprendí todo lo que sé sobre artesanía y sobre el uso de las plantas medicinales de mis abuelos. Hoy, la misión de la juventud es la de cuidar y conservar los recursos naturales y los elementos sagrados de sus comunidades y de sus culturas”, dijo la Abuela Amalia, llamando la atención sobre los retos a los que se enfrentan y destacando que la migración y la pérdida de recursos naturales supone un desafío en la transmisión del conocimiento tradicional de la juventud indígena.

También se presentaron prácticas muy distintas que vinculan pastoralismo, conocimiento nómada y agroforestería de Guatemala, India, Kirguistán y Mali.

“Creo que el mayor reto ahora mismo es llevar lo que hemos aprendido y discutido aquí a los planos locales y ser capaces de involucrar a las comunidades en la preservación y revalorización de nuestros sistemas alimentarios indígenas”, afirmó Hayu Patria, del pueblo Dayak en Indonesia.

Además de estimular un compromiso mayor para fortalecer la comprensión, la promoción y la conservación de los sistemas alimentarios indígenas, el objetivo del seminario es ampliar y elevar el actual grupo de trabajo sobre pueblos indígenas a una Red Técnica de la FAO con vínculos reforzados a instituciones de investigación, universidades, organizaciones indígenas y otros organismos de Naciones Unidas para coordinar actividades y fomentar una red de acción informal que sirva como plataforma para que los países resalten y apoyen el papel que pueden desempeñar los pueblos indígenas y sus sistemas alimentarios para garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición.

 

fao.org