• Ha brillado con EEUU en un 2018 estelar
  • Es una de las capitanas y acaricia su 100º gol con la selección
  • Habló con FIFA.com antes del sorteo de Francia 2019

Alex Morgan lleva tiempo siendo una de las mayores estrellas del fútbol femenino. Pero ahora, con 29 años y camino de disputar su tercera Copa Mundial Femenina de la FIFA™, la californiana está brillando con más fuerza que nunca.

Sus estadísticas en este año respaldan elocuentemente ese argumento: en 19 partidos internacionales, ha firmado 18 goles y 3 asistencias. Y siempre que había mucho en juego, el rendimiento de Morgan subió, confirmándose como una jugadora intachable en las grandes ocasiones.

Basta con remontarse al Campeonato Femenino de la CONCACAF de octubre, donde se dilucidaba el título continental y los billetes para el Mundial. Morgan estuvo imparable, metiendo 7 goles en 5 encuentros (3 de ellos llegaron en la semifinal y en la final) para erigirse en la máxima artillera del campeonato y liderar una campaña casi inmaculada de su selección.

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El deslumbrante momento de forma de la delantera ha sido clave para que las campeonas mundiales salieran de un bajón posterior a su triunfo en Canadá 2015. Tras dejar atrás ese periodo de transición, Estados Unidos ha retomado su mejor versión: concluye 2018 invicta en 20 partidos y acumula casi 15 horas de fútbol sin encajar ni un solo gol.

Por tanto, es comprensible el optimismo que mostró Morgan en esta entrevista para FIFA.com, donde habla con sinceridad sobre ella y la evolución de su selección con vistas al próximo Mundial Femenino.

Alex, 2018 ha sido un año fantástico para usted y las Barras y Estrellas. Tras una racha difícil tanto colectiva como individualmente, ¿considera que las piezas vuelven a encajar?

Desde luego. Después de que los Juegos Olímpicos no se nos diesen como queríamos, sabíamos que era importante recomponernos y encajar de nuevo como equipo. Todo el año siguiente se centró en esa reconstrucción y el cuerpo técnico estuvo incorporando a nuevos talentos, dando oportunidades a jugadoras jóvenes para que se integrasen de verdad en el equipo. Aunque nuestras actuaciones se resintieron durante ese periodo y eso resultó frustrante, creo que fue un paso muy importante para que llegásemos a donde estamos hoy.

Ahora mismo estamos en una posición realmente magnífica, y no puedo estar más contenta con cómo han ido las cosas. No somos perfectas, y faltan un par de piezas por añadir al rompecabezas, así que los próximos seis meses serán vitales en ese aspecto. Pero estoy segura de que saldremos de ese periodo en gran forma.

Individualmente está en una forma extraordinaria, promediando un gol por partido. Asimismo, con 29 años, se encuentra en esas edades en que los futbolistas suelen alcanzar su apogeo. ¿Estamos viendo actualmente el mejor fútbol que ha salido de sus botas?

Decididamente, este último año ha sido muy divertido para mí, especialmente con la selección. Estoy muy feliz con el lugar que ocupo en este equipo ahora mismo, y creo que mi papel es más importante que nunca. He disfrutado convirtiéndome en capitana, y lo he interiorizado. Así que sí, tengo la impresión de que estoy jugando el mejor fútbol de mi carrera hasta la fecha. Dicho esto, yo siempre busco mejorar, y siento claramente que todavía tengo más que dar.

Como ha dicho, ha pasado a ser una de las capitanas de la selección. ¿En qué medida le ha resultado natural adquirir un papel de liderazgo dentro y fuera del campo?

Es una buena pregunta, y la respuesta sincera es que no lo sé. Cuando tu papel cambia, creo que simplemente te vas adaptando de forma natural, y adquieres virtudes adicionales que te permitan decir lo que piensas y asumir una responsabilidad añadida. Pero si es algo hacia lo que tendía por naturaleza, no estoy segura.

Tras la retirada de Abby Wambach, ¿había una sensación general sobre la necesidad de un nuevo liderazgo en el vestuario?

Abby dejó un vacío muy grande, eso es innegable. Ella hacía oír la voz de un equipo entero, y su presencia imponía muchísimo solo con entrar en una habitación. Su ausencia se notó claramente. Pero el equipo evolucionó a partir de ahí y, aunque yo diría que nadie desempeña exactamente el papel que tenía Abby, todas han asumido el papel que tenían que cumplir para hacer funcionar a este equipo. Eso no quita que pueda venir alguien con una personalidad similar a la de Abby y abracemos su liderazgo. Simplemente, no hay nadie como ella en el equipo ahora mismo, y no estoy segura de si lo habrá alguna vez.

Actualmente se encuentra a solo dos tantos de su gol 100º con Estados Unidos. ¿Le motivan esa clase de récords?

Creo que he descubierto que lo que a mí me funciona no es necesariamente lo que les funciona a todos los demás. Recuerdo haber oído algo sobre Zlatan, que juega con mi marido [Morgan está casada con Servando Carrasco, compañero de Ibrahimovic en el Galaxy de Los Ángeles]. Por lo visto tiene una memoria fotográfica y puede recordar con exactitud cómo ocurrieron todos sus goles: quién le dio el pase, dónde fue, etc. Yo no soy esa clase de futbolista o persona. No pienso en los goles que he marcado ni en los goles que voy a meter. Siempre veo que cuando estoy totalmente concentrada en el equipo y no pensando en marcar, es cuando los goles llegan con mucha más facilidad.

Hoy es el 10º aniversario de su gol en la final de la Copa Mundial Femenina Sub-20 de la FIFA 2008, cuando mucha gente la conoció. ¿Cómo lo recuerda?

¡Parece que ha pasado mucho más tiempo! Pero ese campeonato fue increíble. Tengo muy buenos recuerdos de él, porque era mi primera gran competición con cualquier selección nacional. Fue un momento realmente divertido y emocionante para mí porque, hasta entonces, realmente no me habían considerado como esa delantera con la que puede contarse para aportar los goles al equipo. Fue también cuando me vio Pia [Sundhage, entonces seleccionadora de Estados Unidos], quien me llevó al combinado absoluto al año siguiente. Así que fue un campeonato muy importante para mi carrera.

Ahora se dispone a disputar su tercer Mundial absoluto, y conocerá el país anfitrión mejor que muchas de sus compañeras debido a su paso por el Olympique de Lyon. ¿Cómo valora ahora esa experiencia?

Me encantó. Para mí fue un paso importante descubrir un estilo diferente y, tal vez, redescubrir incluso mi amor por el fútbol retándome de una manera que no lo había hecho antes. Lógicamente, es un reto permanecer en la selección de Estados Unidos por todo el talento que tenemos; sientes constantemente que podrías perder tu puesto en cualquier momento si no das lo mejor de ti cada día. Pero ir a Lyon y jugar con muchas de las mejores jugadoras de sus respectivas selecciones nacionales fue una gran prueba para mí, y una experiencia fantástica. Resultó difícil adaptarse al principio, y supe que tenía que acelerarlo todo porque disponía de poco tiempo allí. Pero me encantó de veras, y sentí que saqué de esa experiencia justo lo que necesitaba.

Tras esa experiencia, ¿qué expectativas tiene sobre Francia como país anfitrión del Mundial Femenino?

Definitivamente, hace más emocionante para mí que la semifinal y la final se jueguen en Lyon. Es un estadio fantástico y una ciudad estupenda –viví seis meses en pleno centro–, por lo que volver allí para esos partidos es sin duda un gran objetivo. Y sé que Francia organizará un campeonato extraordinario, porque el fútbol femenino está creciendo continuamente allí.

Se ha hablado mucho de la ‘maldición de los campeones’, dada la trayectoria reciente de los defensores del título (especialmente en el Mundial masculino), y las dificultades para recuperar esa misma sed de gloria la segunda vez. De cara al próximo año, ¿será un reto para Estados Unidos?

Creo que es normal que las jugadoras veteranas de la plantilla todavía tengamos recuerdos vivos y muy gratos de 2015. Fue un momento realmente increíble para todas nosotras, y jamás lo olvidaremos. Pero no me preocupa demasiado en el caso de este equipo, porque ha habido una amplísima renovación de jugadoras desde 2015. Para la mayoría de nuestra plantilla será su primer Mundial; y esas jugadoras nuevas aportan una energía juvenil que, hablo como veterana, es realmente contagiosa. Puedo apreciar esa preocupación, pero aunque el público y la prensa pudiesen vernos como ‘defendiendo’ este título, para nosotras es un reto totalmente nuevo, con un nuevo equipo y una nueva dinámica. La sed de gloria no será un problema.

fifa.com