Tal y como advirtió un año atrás cuando hizo saltar la señal de alarma para el planeta, el Secretario General de las Naciones Unidas advirtió este miércoles que este 2019 el mundo sigue el mismo rumbo que doce meses atrás: “Las alarmas siguen sonando”.

“Los conflictos armados amenazan a millones de personas y el desplazamiento forzado se encuentra en niveles sin precedentes… La pobreza está lejos de ser erradicada y el hambre crece de nuevo. La desigualdad sigue aumentando”, destacó António Guterres durante una reunión informal de la Asamblea General donde presentó su visión para el año en curso.

Entre las principales áreas de trabajo, sobresalen la amenaza que representa para el mundo el cambio climático, la urgencia de acelerar los esfuerzos para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la ayuda que puedan prestar las nuevas tecnologías para conseguirlo.

La ONU cumple con su trabajo

Ante estas amenazas mundiales, Guterres resaltó que “no es difícil comprender” que las personas pierdan su confianza en las instituciones políticas, duden que los gobiernos nacionales se preocupen por ellas y cuestionen el valor de las instituciones internacionales.

“Seamos claros. Esa falta de fe también alcanza a las Naciones Unidas”, afirmó entonces.

Sin embargo, el Secretario General quiso resaltar que la unión de los países permitió a la ONU cumplir con múltiples objetivos durante 2018. “Gracias a su compromiso, hemos marcado la diferencia. Nos hemos centrado en los resultados, haciendo que las Naciones Unidas sean más respetadas y tengan mayor capacidad de reacción.

Entre los logros, destacó el impuso diplomático en varios frentes como el registrado en Yemen, donde un alto el fuego negociado por la ONU “ha abierto una ventana de esperanza para poner fin a la peor catástrofe humanitaria del mundo”; el inicio de un diálogo para la desnuclearización de la península de Corea; o la consecución del acuerdo de paz en Sudán del Sur.

Además, recordó la importancia de la adopción del Pacto para una Migración, Segura, Ordenada y Regular en Marrakech; la adopción en Katowice, Polonia, de un programa de trabajo basado en el Acuerdo de París contra el Cambio Climático; y el apoyo recibido para prestar asistencia humanitaria que ascendió a la cifra récord de 15.000 millones de dólares.

Asimismo, reconoció que algunos problemas de ámbito internacional están en fase de parálisis o continúan sin resolverse “desde el Cáucaso y Ucrania hasta Myanmar y el conflicto entre palestina e Israel”.

Por esa razón, calificó de “crucial” la unidad y el apoyo del Consejo de Seguridad para superar la inmovilización.

PNUD Tuvalu / Aurélia RusekLa isla de Funafuti en el archipiélago de Tuvalu, en el Pacífico Sur, es muy susceptible al aumento del nivel de mar ocasionado por el cambio climático.

Cambio climático y desarrollo sostenible 

“En un mundo que cambia rápidamente, quedarse quieto significa quedarse atrás”, por ese motivo el Secretario General pidió apretar el acelerador en tres temas claves para el siglo XXI: el cambio climático, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el impulso de las nuevas tecnologías.

El mayor peligro tanto presente como futuro para el mundo es el cambio climático tal y como lo advierten los nuevos estudios científicos, recordó.

“La semana pasada, un estudio reveló que la temperatura de los océanos está aumentando un 40% más rápido de lo que predijeron los científicos hace apenas cinco años. Durante la próxima década, necesitamos transformar nuestras economías a una escala sin precedentes para mantener el aumento de la temperatura a 1,5 grados”.

Guterres alentó a los Estados miembros a evaluar los avances en materia medioambiental y presentar nuevos compromisos para alcanzar los objetivos acordados en virtud del Acuerdo de París para el año 2020.

Del mismo modo, destacó que, pese a “los considerables esfuerzos de los gobiernos y de muchos otros actores”, no se han llevado a cabo los cambios que exige la Agenda 2030.

Para conseguirlo es necesario concentrarse “en lo que funciona para reducir la pobreza y la desigualdad, y lograr una economía fuerte e inclusiva que, a su vez, proteja el medio ambiente. Para ello precisamos una mayor financiación para esas soluciones”.

El Secretario General apuntó que tanto la Cumbre sobre el Clima prevista para el 23 de septiembre como la primera reunión de Jefes de Estado y de Gobierno de la Asamblea General del Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible pueden colaborar a conseguir ambos objetivos.

A estas dos cumbres le seguirán otras reuniones sobre otros tres desafíos clave: la financiación para el desarrollo, la cobertura sanitaria universal y los riesgos a los que se enfrentan los pequeños Estados insulares en desarrollo. 

Aspectos positivos y negativos de las nuevas tecnologías

Con relación a las nuevas tecnologías ensalzó las nuevas posibilidades que la cuarta revolución industrial abre para la salud, la educación o la ayuda humanitaria, pero también destacó la necesidad de abordar los peligros que pueda traer como la disrupción de los mercados laborales o la militarización de la inteligencia artificial.

Indicó que su Grupo de Alto Nivel sobre Cooperación Digital informará a finales de año sobre diversas propuestas para reducir la brecha digital.

Los valores de la Carta, en peligro

En último lugar, advirtió sobre los ataques que sufren en todo el mundo valores como la paz, la justicia, la tolerancia o la solidaridad, a menudo a través de mensajes y opiniones nocivas que nos retrotraen al pasado y que se están asimilando en las corrientes principales. 

“No olvidemos las lecciones de los años 30. Nunca debe haber lugar para la incitación al odio, la intolerancia o la xenofobia. Lucharemos en cualquier momento y lugar. Pero debemos hacer más…. para que los valores que defendemos prevalezcan realmente, debemos demostrar que comprendemos las ansiedades, los temores y las preocupaciones de las personas.  Tenemos que abordar las causas profundas que llevan a las personas a sentirse abandonadas en un mundo en rápida evolución”, finalizó el Secretario General.