Tras un inicio igualado, sin ocasiones por ambos bandos, los nuestros se fueron haciendo con el dominio a partir del cuarto de hora. Presión alta para robar el esférico cuando el Getafe intentaba pasar el medio campo, solidez defensiva y claridad en las jugadas de ataque. Así, el equipo fue cercando la meta de David Soria y encerrando a los azulones en su parcela. Y, antes de la media hora llegó el primer gol. Cuando el Getafe, y también la grada, esperaba un misil de Thomas de larga distancia, el ghanés vio la entrada de Griezmann por su izquierda y le sirvió un balón de oro que el francés alojó en la red con un disparo raso y ajustado al palo derecho.

Griezmann fue el que pudo incrementar el marcador con una falta directa que salió rozando la cruceta. Pero fue la antesala del segundo gol. Una jugada muy elaborada con apertura a la banda izquierda de Thomas, gran partido el suyo, a la entrada de Lucas, quien, de primeras, centró al interior del área para que Kalinic rematara y despejara David Soria. Saúl, como si fuera un coche escoba, aprovechó el rechace para hacer el segundo ante la algarabía de un Wanda Metropolitano que celebró el gol, la jugada y el buen fútbol de los nuestros. Incluso, hubo tiempo para otra oportunidad. Thomas buscó su gol, tras participar en los dos primeros, pero su disparo lejano se marchó rozando el travesaño.

En el descanso, Simeone tuvo que realizar el primer cambio por unas molestias de Godín. Juanfran fue el elegido para ocupar el lateral izquierdo y Lucas Hernández pasó al eje de la zaga. El partido estaba bajo control, con dominio de los nuestros y un Getafe que lo intentó con los cambios pero que veía prácticamente imposible llegar a los dominios de Oblak. Saúl obligó a David Soria a intervenir con un disparo lejano. Pero el que estuvo más cerca del gol fue Mollejo. Llevaba un minuto en el terreno de juego, recibió el balón en la frontal, amagó al defensa y con la zurda lanzó un misil que salió rozando el larguero.

El Getafe sólo podía inquietar a balón parado y así llegó el primer disparo a puerta de los de Bordalás en todo el partido. Era el minuto 77 y lo hizo un ex rojiblanco, Samu, quien jugó en el Atlético B hace unos años, el que lanzó una falta directa que detuvo Oblak. Los nuestros pudieron aumentar la diferencia en la recta final, pero una gran jugada colectiva, con pared entre Rodrigo y Saúl acabó con remate del ‘14’ que desvió el meta getafense a córner. Gran partido de un Atlético que se mostró sólido y eficaz ante uno de los cuartofinalistas de la Copa del Rey, que venía de ganar al Valencia por 1-0. El próximo partido de LaLiga lo jugaremos frente al Betis en Sevilla el próximo domingo.

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