Acabar con la mutilación genital femenina
La mutilación genital femenina (MGF) comprende todos los procedimientos consistentes en alterar o dañar los órganos genitales femeninos por razones que nada tienen que ver con decisiones médicas. Está reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos de las mujeres y niñas.
Refleja una desigualdad entre los sexos muy arraigada y constituye una forma extrema de discriminación contra mujeres y niñas. Esta práctica viola sus derechos a la salud sexual y reproductiva, la seguridad y la integridad física, el derecho a no ser sometidas a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes y el derecho a la vida en los casos en que el procedimiento acaba produciendo la muerte.
Esta práctica se concentra en 30 países de África y de Oriente Medio y Asia meridional (de los países sobre los que se dispone de datos), sin embargo se trata de un problema universal y es una práctica común en algunos países asiáticos como la India, Indonesia, Iraq y Paquistán, así como entre algunas comunidades indígenas de Latinoamérica, como la de Emberá en Colombia. Asimismo, persiste en las poblaciones emigrantes que viven en Europa Occidental, en Norte América, Australia y Nueva Zelanda.
En julio de 2018, el Secretario General realizó el informe «Intensificación de los esfuerzos mundiales para la eliminación de la mutilación genital femenina«, donde se espefica que los esfuerzos para acabar con esta práctica deben dirigirse a los grupos de mujeres y niñas que corren mayor riesgo, en particular las que sufren formas múltiples de discriminación, como las mujeres refugiadas y migrantes, las mujeres que viven en comunidades rurales y remotas y las niñas pequeñas, con el objetivo de no dejar a nadie atrás. Del mismo modo, los principios de la universalidad y el respeto de los derechos humanos sobre los cuales se sustenta la Agenda 2030 exigen que las partes interesadas hagan frente a esta práctica, independientemente de las circunstancias individuales, las normas culturales y sociales imperantes, o el país de origen o destino.
El Fondo de Población (UNFPA) y el Fondo para la Infancia (UNICEF) de las Naciones Unidas llevan a cabo conjuntamente el mayor programa mundial para acelerar la eliminación de la mutilación genital femenina y paliar sus consecuencias. El programa se centra actualmente en 17 países de África y Oriente Medio y es, además, compatible con las iniciativas regionales y globales.
El Fondo de Población colabora con gobiernos, socios y otras agencias de la ONU para hacer lograr varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (en particular, el Objetivo 3 sobre la salud, el 4 sobre la educación y el 5 sobre la igualdad de género) y contribuye de distintas maneras en tratar de alcanzar otros muchos de los objetivos.
La celebración de este Día también forma parte de la Iniciativa Spotlight, un proyecto conjunto de las Naciones Unidas y la Unión Europea para eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y la niñas. En concreto, se ocupa de la violencia sexual y de género, que incluye la mutilación genital femenina, en el África subsahariana.
Si te encuentras en Nueva York entre el 6 de febrero y el 25 de marzo, puedes visitar la exposición «68 millones de niñas en peligro» (68 Million Girls at Risk) en la Sede de la ONU. La exposición celebra los logros conseguidos en las últimas décadas en la lucha mundial para acabar con la mutilación genital femenina. Organizada por el Fondo de Población y #Dysturb (comunidad de periodistas que publican en las calles), quiere concienciar sobre la necesidad de acabar con esta práctica.
Puedes seguir el Día en las redes sociales bajo las etiquetas #EndFGM (#EliminarMGF) y #Womenmatter (#LasMujeresImportan) y también puedes leer las historias de varias niñas y mujeres en la página del Fondo de Población, Nacidas enteras.