DUNEDIN, Florida — Con cada día que pasa, el despliegue sigue creciendo alrededor del dominicano Vladimir Guerrero Jr., pero el mejor prospecto del béisbol (de acuerdo con MLB Pipeline) pareciera estar manteniendo la calma en medio del caos.
Guerrero habló con los medios por primera vez durante esta primavera la mañana del lunes y se abstuvo de decir nada sobre posibles expectativas de estar en el equipo grande para el Día Inaugural. Puede que todavía sea un adolescente, pero al menos en público el muchacho pareciera ser muy maduro para su edad.
Con fanáticos e incluso miembros de los medios aparentemente molestos porque se espera que Guerrero comience el año en las menores, al joven cañonero se le ofrecieron varias oportunidades para criticar a la organización por su forma de proceder. Pero una y otra vez, Guerrero evitó tomar esa postura.
«Sé que tengo que enfocarme en las cosas que puedo controlar y trabajar todos los días en lo mío», dijo Guerrero. «Quiero tratar de mejorar día a día, trabajar bien fuerte y dar lo mejor de mí».
Tratar de encontrar a un jugador en específico en el Centro de Entrenamientos Bobby Mattick de Dunedin puede ser complicado. Con más de 60 peloteros repartidos entre cuatro diamantes, muchas veces es difícil saber dónde está cada quien en un determinado momento. Pero no con Guerrero, quien vaya donde vaya es seguido por una masa de gente.
Un grupo de fotógrafos sigue cada uno de sus pasos. Estirándose, fildeando, bateando, no importa, la orden es tener imágenes de quien ya se ha convertido en uno de los jugadores más populares del béisbol y probablemente la estrella más grande de Toronto, a pesar de no haber debutado en las Grandes Ligas aún. Los reporteros se dedican a seguir cada pitcheo que le hacen en las prácticas y cada rodado que fildea en el terreno.
La escena puede lucir un poco apabullante. Sólo Guerrero sabe lo que es caminar en sus zapatos, en medio de las expectativas que lo rodean, pero hasta ahora pareciera estar haciendo muy buen trabajo manejando esa presión externa.
«Cuando estoy aquí y en el clubhouse, soy un pelotero», recordó Guerrero. «Afuera, en mi casa, soy sólo una persona más. Trato de venir, dar lo mejor de mí e irme a mi casa a ser una persona normal».
La personalidad tranquila que Guerrero ha exhibido en su primer campamento de Grandes Ligas no ha pasado desapercibido entre sus compañeros y el personal técnico de los Azulejos. El campocorto venezolano Freddy Galvis apuntó que Guerrero siempre es de los primeros en llegar al estadio cada mañana y aplaudió su madurez. Muchos otros dijeron lo mismo.
El manager de los Azulejos, el boricua José Carlos «Charlie» Montoyo, simplemente sacude la cabeza cuando se le pregunta cómo hace Guerrero para lidiar con toda esa atención. Montoyo no entiende muy bien cómo puede Guerrero manejar la situación, pero está impresionado con el proceder de su pupilo.
«Yo no me puedo imaginar cómo puede ser tener 19 años y estar tranquilo como se ve este muchacho. Estoy impresionado, para decirles la verdad», reconoció Montoyo. «Esa es la marca de las estrellas. Él va a ser una estrella algún día, como todos sabemos, y es increíble que sea así, que se vea tan cómodo con apenas 19 años.
«Se lo acabo de decir, acabo de reunirme con él y se lo dije, ‘No puedo entender por lo que estás pasando; estoy impresionado’. No puede ser fácil tener toda esa atención encima siendo tan joven».
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