De Albert Pujols a Juan José Soto, más de 200 jugadores dominicanos se preparan este mes en los entrenamientos primaverales de las Grandes Ligas, incluyendo al mismísimo Manny Machado, la firma más sonada en el actual mercado de agentes libres.

Se trata de la expedición más amplia entre todas las nacionalidades extranjeras presentes en los entrenamientos. Contando algunos casos como el de Machado (nacido en los Estados Unidos, aunque quisqueyano de padre y madre), ninguna otra potencia beisbolera exporta más talento a las Mayores que la República Dominicana.

Es una tendencia consolidada con el paso del tiempo. Hace 12 meses, también fueron más de dos centenares de representantes los de Quisqueya en la pretemporada. Y varios de ellos están entre lo más granado de los diamantes.

Pujols tiene 3.082 hits, 633 jonrones y 1.982 carreras empujadas. Ningún otro jugador activo muestra esas cantidades. Y es posible seguir mostrando estadísticas, como sus 639 dobletes o sus 1.773 anotadas. Luce como un futuro miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, sin discusión.

Soto apenas comienza su carrera. En octubre cumplió 20 años de edad y viene de un estreno clamoroso. Largó 25 dobles y 22 vuelacercas en apenas 116 juegos con los Nacionales de Washington. El entusiasmo que genera se corresponde con su habilidad para aprender de los lanzadores rivales y adaptarse a la alta competencia. El porvenir le pertenece.

El joven patrullero de los Nacionales no está solo. Los cuatro mejores prospectos de la Gran Carpa, de acuerdo con el conteo de MLB Pipeline, son oriundos de la tierra donde vio la luz el gran Juan Marichal o tienen derecho de ser llamados así, por ser hijos de quisqueyanos.

Vladimir Guerrero hijo es el número uno. Pertenece a los Azulejos de Toronto y pronto será el tercera base de los canadienses. Es escoltado en el ranking por Fernando Tatis hijo, campocorto de los Padres de San Diego; Eloy Jiménez, jardinero de los Medias Blancas de Chicago; y Víctor Robles, jardinero de los capitalinos.

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