Entre 2016 y 2017 se incrementó en cerca del 30% la deforestación causada por cultivos ilícitos.
Bogotá, 7 de marzo de 2019 MADS- Durante la audiencia pública convocada por la Corte Constitucional en Bogotá, el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible Ricardo Lozano realizó un balance de los impactos ambientales causados por el narcotráfico en el país.
“Una de las grandes deudas que tenemos con la sociedad, es contarle al país, el grave daño ambiental que causa el narcotráfico en los territorios”, señaló.
En el año 2017, la deforestación asociada a cultivos de coca en Colombia representó el 24% del total deforestado en el país. Es decir, por cultivos de coca se deforestan 137 hectáreas diariamente de bosque natural colombiano, que equivalen a 161 canchas de fútbol con coca en ecosistemas estratégicos.
Esta deforestación asociada a cultivos de coca tiene impactos relacionados con la pérdida y migración de la fauna y flora de estos bosques, pérdida de estos suelos y aumento de la erosión y desertificación, y el consecuente incremento de deslizamientos, avalanchas y demás desastres asociados en el país.
No resultan menores los efectos de esta deforestación en el cambio climático, identificándose que es una de las principales fuentes de gases efecto invernadero del país: Por ejemplo, en el 2017 se emitieron 141 millones de toneladas de Gases Efecto Invernadero asociadas a dicha deforestación, haciendo el cumplimiento de los compromisos con el Acuerdo de París mucho más difícil de lograr. La deforestación representaba casi el 40% de las emisiones totales de Colombia en 2014.
Así mismo, según datos de la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional, la cocaína genera vertimientos derivados de residuos de mínimo 3,5 toneladas por hectárea al año de sustancias químicas que afectan los suelos y el agua.
El impacto a nuestros Parques Nacionales Naturales (PNN) es contundente, 17 de las 59 áreas del sistema de parques nacionales, es decir, casi el 30% es afectado por la deforestación causada por los cultivos de coca.
En el 2017, el 6,6% del total de hectáreas deforestadas por esta causa en el territorio nacional estaba en parques nacionales, dentro de los impactados se encuentran el Parque Nacional Natural Serranía de la Macarena, el Área natural única Nukak, el PNN Paramillo, el PNN Tinigua y el PNN La Paya.
Desde el 2015, año en el cual se suspendió la aspersión aérea, se evidenció entre 2016 y 2017 un crecimiento de cerca del 40% del total de la deforestación, y del 30% de hectáreas deforestadas asociadas a cultivos de coca, pasando de tener 38.391 hectáreas deforestadas en el año 2015 a 47.463 hectáreas en el año 2016 y 49.416 hectáreas en 2017 por esta misma causa.