El Gobierno de Antigua y Barbuda encabeza la iniciativa para la eliminación del plástico en el Caribe, acción que han imitado muchos países vecinos, y que ha potenciado sumándose a la campaña ‘Mares Limpios’ junto a Trinidad y Tobago y Paraguay.
El ministro de Medio Ambiente de Antigua y Barbuda, Molwyn Joseph, señaló a EFE en Nairobi durante la IV Cumbre de Medio Ambiente de la ONU (#UNEA4), que el Gobierno de su país decidió “implementar el compromiso firmado en el Acuerdo de París de forma inmediata”i
Antigua y Barbuda a la cabeza de la iniciativa contra el plástico
Varios objetos de plástico en una playa. EFE/CATI CLADERA/ARCHIVOPorque “no es cuestión solo de firmar un documento y dejarlo en palabras”, aseveró el ministro antiguano, quien explicó que así, en 2016, el Gobierno decidió dar “el primer paso” con la eliminación de las bolsas de plástico de un solo uso, las mismas que “actualmente son historia”.
Esta iniciativa contra la basura en las costas ha contado con la “participación de los pescadores, un sector importante en la iniciativa”, según Joseph.
Es importante porque la “producción del plástico viene de los combustibles fósiles”, aseguró, “así que mientras más elementos de estos eliminemos del uso diario, menos de esos combustibles utilizaremos”.
Añadió que a finales de 2019 se eliminarán los “recipientes fabricados con poliestireno para guardar alimentos, así como platos, vasos, cubiertos, copas de un solo uso”.
Islas y países vecinos se unen a la acción
La mejor noticia es que otras islas vecinas “están adoptando las mismas medidas”, según el ministro de Antigua y Barbuda, quien manifestó que en conversaciones con sus colegas caribeños les ha explicado que para tomar esta decisión hay que pasar por “un periodo de explicación, información y educación de la población anterior a la implementación de la legislación contra el plástico”.
Este proceso “nos tomó aproximadamente de nueve meses a un año” para sensibilizar a los empresarios y los ciudadanos, para que “entiendan el objetivo de la medida”.
Además han participado todos los supermercados que “están de acuerdo en que debemos ir en esa dirección”, pero tienes que “lidiar” con el público “que no quiere inconvenientes”. Por ello, el día de la entrada en vigor de las medidas distribuimos bolsas reutilizables en todos los establecimientos para que la gente supiera que no podía utilizar más las bolsas de un solo uso.
La valoración es “totalmente exitosa, ha sorprendido a mucha gente”, según Joseph, y la experiencia la “he compartido con los países vecinos cuando me dicen “lo difícil que les resulta poner en marcha la medida”.
Participación ciudadana e impacto en generaciones futuras
Basura de plástico en “Playa Azul” en el Pacífico Central donde desemboca el río Tárcoles, en Costa Rica. EFE/Jeffrey Arguedas/ARCHIVO
La participación de la ciudadanía es fundamental, “tienes que tejer alianzas y redes con la gente para que vea el beneficio de la prohibición y de mantener limpio el medio ambiente”.“Esta es la generación que sabe que las decisiones que se tomen ahora tendrán gran impacto en el futuro”, aseveró el ministro antiguano, quien explicó que el siguiente paso serán las botellas de plástico.
Pero, además, se prevé la puesta en marcha de un programa para concienciar a los ciudadanos sobre el reciclaje del plástico, para lo cual en la capital de Antigua y Barbuda, la ciudad de Saint John, se ubicarán contenedores para separar y reciclar plástico y botes de aluminio.
Actualmente todos esos residuos son transportados fuera de la isla, pero “el Gobierno va a construir una planta para el reciclaje y reutilización”.
Después de estos elementos continuaremos con la eliminación de todo los objetos de plástico hasta llegar al 90 % de la eliminación del plástico, concluyó Joseph.
Bolsas de plástico y objetos de un solo uso
El jefe de la Oficina Sub-Regional del Caribe de la ONU, Vincent Sweeney. EFE/Lourdes Uquillas
Por su parte, el jefe de la Oficina Sub-Regional del Caribe de la ONU, Vincent Sweeney, explicó a EFE en Nairobi que muchos países caribeños se han apuntado a la lucha contra el plástico, sobre todo implementando medidas contra las bolsas de plástico y los objetos de un solo uso.Según Sweeney, utensilios como recipientes para comida, cubiertos, vasos, copas y bolsas de plástico “al ser baratos” se usan muy de forma generalizada por la mayoría de ciudadanos y se tiran al poco de ser utilizados.
Eso unido a un “deficiente” sistema de recogida, tratamiento y gestión de la basura en todos los países caribeños, sobre todo los más pequeños en extensión, facilita que esos residuos terminen en los ríos y corrientes de agua que finalmente los trasladaban al océano.
Por ello, la mayoría de países caribeños “han hecho un esfuerzo” por controlar esa contaminación y a partir de 2017 iniciaron la implementación de medidas para la prohibición de esos objetos de plástico.
Se empezó con la prohibición de las bolsas de plástico, una medida en la que todos los ciudadanos “pueden participar” y “reconocer la importancia de la misma” para controlar la contaminación de plástico.
Implementación de la legislación y ayuda internacional
Hilera de mecheros de plástico en una playa. EFE/Alex Hofford/ARCHIVO
Antigua y Barbuda ha desarrollado “un plan muy exitoso; en enero pasado Jamaica introdujo medidas sobre la prohibición de estos elementos de plástico, Barbados lo hará en abril, Trinidad y Tobago está en el proceso de hacerlo y Belice está en el mismo camino.
Muchos países están iniciando o han implementado legislación contra el plástico”.
Hay mucha actividad en la región, “aunque Cuba y Venezuela no han hecho nada aún”, explicó Sweeney, quien aseguró que muchos países “están trabajando” en ello, colaborando unos con otros, trabajando con la ONU y otras agencias de desarrollo y medio ambiente que comparten las experiencias vividas en otros lugares del mundo.
“Es un aspecto que trasciende el medio ambiente y que toca temas de comercio”, de ahí que la Organización Mundial del Comercio (OMC) estudia la situación cuando un país decide introducir esas prohibiciones, aseguró el experto de la ONU.
Además, muchos de los fabricantes de plástico no están satisfechos porque está “afectando a su negocio”, según Sweeny, por lo que se “trabaja mucho con este sector para concienciarlo de que existen alternativas”.
Los ciudadanos mayoritariamente “ven favorables las medidas”, pero es necesario “informar y concienciar sobre la efectividad de las mismas” en el medio ambiente y darles alternativas, al igual que es fundamental educar.
“He tenido una conversación con la representante de Trinidad y Tobago quien ha solicitado financiación del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) para la concienciación de la población y para comunicar al sector privado las medidas contra la contaminación del plástico y las alternativas que hay para comprometer sus negocios.
Aunque sean medidas que “pueden salir caras en algunos aspectos, es necesario abogar y defender su implementación porque tienen éxito”, como se ha demostrado en Antigua y Barbuda, aseveró Sweeny, porque “cuando la población ve los impactos positivos se produce poca resistencia a la implementación de esta legislación”.
El director regional de la ONU explicó que los programas de la organización tienen diferentes direcciones, “depende de la ayuda que demanden los países”. En el Caribe se ha puesto en marcha un programa regional, que se ha desarrollado con ayudas de la Unión Europea, de Japón, de los centros medioambientales globales, de agencias internacionales o donantes.
Más socios en la campaña “Mares Limpios”
Contaminación del margen de Playa Azul en Costa Rica. EFE/Jeffrey Arguedas/ARCHIVO
Por otra parte, dos países caribeños: Antigua y Barbuda y Trinidad y Tobago, y uno suramericano -Paraguay- se han sumado a la campaña “Mares Limpios” para luchar contra el plástico en los océanos.
La firma de adhesión se realizó durante celebración de la IV Asamblea de Medio Ambiente de la ONU en Nairobi, con lo que suman ya 20 países latinoamericanos y 60 en todo el mundo firmantes de la iniciativa.
La campaña “Mares Limpios”, la iniciativa más grande para combatir la contaminación de residuos plásticos en los océanos, lanzada en 2107, trabaja con gobiernos, empresas y ciudadanos para eliminar esta contaminación de mares y ríos que está terminando con la biodiversidad y los ecosistemas en todo el mundo.
Esta alianza supone más del 60 % de las costas de todo el mundo.
“Nos alegramos de unirnos a esta iniciativa y de compartir nuestra experiencia con otras naciones para que juntos podamos actuar de forma decisiva para revertir esta situación”, dijo el ministro antiguano Molwyn Joseph.
“Somos testigos de la degradación del medio marino, no podemos dejar esta situación a las generaciones futuras. Los líderes tienen hoy que pasar a la acción”, aseveró.
Paraguay decidió unirse a la iniciativa para limpiar sus ríos empezando por Asunción, la capital, anunció su ministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Ariel Oviedo.
La primera iniciativa se adoptó en febrero pasado cuando más de 1.000 voluntarios recogieron más de 43 toneladas de residuos en el río Mburicaó.
El tema de la basura y la contaminación de los ríos del planeta y sus vías de agua “es un problema global y todos los países deben actuar”, señaló Oviedo.
Paraguay, junto a Brasil, Argentina y Uruguay, es hogar del acuífero Guaraní, una de las reservas de agua dulce más grandes del mundo.
Según la ONU Medio Ambiente, cada año más de ocho millones de toneladas de plástico terminan en los océanos y la contaminación por microplásticos se ha introducido en la cadena alimentaria humana por la ingesta de algunos peces de esos pequeños trozos.
El organismo calcula que cada año se consumen 500.000 millones de bolsas de plástico en todo el mundo, la mayoría hechas de polietileno, un polímero que tarda al menos 500 años en degradarse. EFEverde