El delantero del París Saint-Germain no lleva su cinturón negro de taekwondo cuando está sobre un campo de fútbol, pero a menudo trae a la memoria que descolló en ese arte marcial, firmando gestos increíbles con las botas de tacos. El gigante sueco, galardonado con el Premio Puskás de la FIFA el año pasado por su fabulosa chilena desde fuera del área contra Inglaterra, podría perfectamente rubricar un doblete con este nuevo truco de magia.