Roger Federer sigue avanzando en su regreso a Roland Garros. El miércoles, el suizo se impuso por 6-4, 6-3 y 6-4 a Oscar Otte para meterse en la tercera ronda del segundo Grand Slam de la temporada, que ganó en el año 2009. Así, Federer tendrá la oportunidad de pelear por su pase a los octavos de final el próximo viernes.
Otte, que accedió al cuadro en condición de lucky loser, superó la primera ronda del torneo y se encontró con el premio de medirse a Federer en la Philippe Chatrier en una tarde que difícilmente olvidará. El alemán, sin embargo, tampoco podrá olvidar el encuentro que hizo el suizo, lleno de un tenis magia que le dejó eliminado.
Con 35 golpes ganadores y 24 errores no forzados, Federer completó un partido redondo y se citó con Casper Ruud en la próxima ronda.También Podría Interesarle: Nadal Tampoco Tiene Piedad De Maden
El suizo, que el pasado lunes hizo su primera aparición en Roland Garros desde 2015, ganó el 75% de sus puntos de servicio, y nunca cedió el saque contra el alemán de 25 años, No. 144 en el Ranking ATP. Federer salvó los cuatro puntos de quiebre a los que se enfrentó.
Ahora, el jugador de 37 años se enfrentará al #NextGenATP noruego Ruud, quien llegó a su primera tercera ronda en un Grand Slam al vencer al italiano Matteo Berrettini por 6-4, 7-5 y 6-3.
Ruud, de 20 años de edad y No. 63 del mundo, llegó a la cuarta ronda en ATP Masters 1000 de Roma a principios de este mes (p. ante del Potro) y mejoró a 13-5 en la temporada con su victoria en sets corridos contra Berrettini.
En ocasiones el destino es caprichoso. Y en los primeros pasos de Rafael Nadal en Roland Garros se han producido curiosas casualidades. La primera de ellas es que por segundo partido consecutivo se ha encontrado al otro lado de la red a un rival procedente de la fase previa. Ambos, de nacionalidad alemana. Además, comparten el mismo nombre. Y los dos cedieron en tres sets frente al español.
Este miércoles el once veces campeón puso rumbo a tercera ronda en París, después de derrotar a Yannick Maden por 6-1, 6-2, 6-4, en dos horas y nueve minutos. De esta manera, el español amplió su récord en Grand Slam frente a un jugador que superó la clasificación a 22-1 y mantuvo su dominio indiscutible ante un rival con esta etiqueta cada vez que juega en París: 8-0 y sin ceder un set.
Sólo hay un jugador que llegando desde la previa pudo inclinar a Nadal. Se remonta a la segunda ronda de Wimbledon 2015, cuando Dustin Brown puso fin a su andadura en aquella edición sobre la hierba londinense. No obstante, aquella derrota fue la única ante un alemán en un torneo de Grand Slam (18-1). Pero Maden siguió los mismos pasos que la mayoría de sus compatriotas.
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