Bruselas (EuroEFE).- La Comisión Europea ha dado este martes un tirón de orejas a los socios de la Unión Europea (UE) por sus borradores de planes nacionales de energía y lucha contra el cambio climático, y señaló que, en sus actuales redacciones, no son suficientes para cumplir con los objetivos climáticos y energéticos acordados en el plan de la UE para 2030, según han informado fuentes de Bruselas. Sobre el plan nacional español, Bruselas da una de cal y otra de arena.

La evaluación de Bruselas concluye que los borradores de planes nacionales enviados por las capitales comunitarias suponen un “esfuerzo significativo” de cara a esos objetivos, pero señala -no obstante- que hay varias áreas donde queda “margen de mejora”.

En concreto, Bruselas se refiere a las necesarias “políticas focalizadas e individualizadas” para garantizar los objetivos en 2030, y para mantenerse en camino de cara a lograr “la neutralidad climática” a largo plazo.

La UE es el primero de los grandes bloques mundiales en poner en marcha un marco con objetivos legalmente vinculantes de lucha contra el cambio climático, en el marco del Acuerdo de París de Naciones Unidas.

Una de las mayores deficiencias de esos borradores de planes, señala Bruselas, se centra tanto en el tema de las energías renovables como en el de las contribuciones (nacionales) a la eficacia energética. Alcanzar el objetivo climático y energético global de la UE en 2030 necesitará de un mayor esfuerzo y ambición colectivas, afirma la Comisión Europea.

Primeras reacciones

“Estos primeros planes nacionales de energía y clima trasladan la Unión de la Energía al ámbito nacional: al igual que la UE, todos los Estados miembros presentan políticas sobre el cambio climático y la transición energética de forma integrada y con una perspectiva de diez años. Todos los Estados miembros han elaborado proyectos impresionantes en un período de tiempo relativamente corto, pero ningún proyecto es perfecto. Los planes finales deben presentarse de aquí a finales de año y nuestras recomendaciones muestran qué aspectos requieren un mayor esfuerzo: por ejemplo, una mayor grado de ambición, políticas más detalladas, necesidades de inversión mejor especificadas o más atención a la justicia social (…)”, comentó este martes Maroš Šefčovič, vicepresidente responsable de la Unión de la Energía.

“El pasado mes de noviembre propusimos que la Unión Europea alcanzara la neutralidad climática para el año 2050. Hemos mostrado y liderado el camino hacia ese objetivo. Resulta gratificante ver que cada vez más Estados miembros se unen a nuestro esfuerzo y trabajan en pos de ese objetivo. Tras evaluar los proyectos de planes nacionales de los Estados miembros, tengo claro que se han realizado esfuerzos significativos. Sin embargo, los planes finales deben reflejar un nivel de ambición aún mayor para que la Unión encauce adecuadamente la lucha contra el cambio climático y la modernización de nuestra economía. Invito al Consejo a entablar un debate en torno a las principales prioridades definidas por la Comisión y a contribuir a que los planes finales reflejen un nivel de ambición adecuado”, subrayó por su parte Miguel Arias Cañete, comisario responsable de Acción por el Clima y Energía.

Por detrás también en objetivos de energías renovables

Esta mañana, el portal europeo EURACTIV, socio de EFE, adelantó que Bruselas se pronunciaría de esta manera, crítica, con esos borradores de planes nacionales.

Según el ejecutivo comunitario, el despliegue de energías renovables estará 1,6 puntos porcentuales por detrás, respecto al objetivo del 32% para 2030.

Y las medidas de eficacia energética podrían estar 6,2 puntos porcentuales atrás, en relación con el objetivo inicial de 32,5 %.

Reducción de gases de efecto invernadero, mejores notas, con cautela

Pero hay una noticia algo más positiva: Bruselas estima que los Planes Energéticos y Climáticos nacionales (NECPs, por sus siglas en inglés) serían suficientes para lograr una reducción general de gases de efecto invernadero de un 40% en comparación con los niveles de 1990, el objetivo oficial de la UE.

No obstante, se considera que ese objetivo está, hoy por hoy, desfasado, ya que fue acordado en 2014, antes de que se firmara el Acuerdo de París, según ha informado el portal EURACTIV, socio de EFE.

Tanto el Parlamento Europeo como el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, han hecho un llamamiento a aumentar ese objetivo hasta el 55%, alegando que ello haría que la UE pudiera cumplir con sus compromisos en relación con el Acuerdo de París.

Pero la opinión emitida este martes por Bruselas asegura que los socios comunitarios estarían un 2% por detrás (en recortes de emisiones nocivas) respecto a sectores como el agrícola, el transporte por carretera y los edficios, que no están cubiertos por el régimen europeo de comercio del carbono. El actual objetivo, según esos borradores de planes nacionales, conseguría recortes del 28%, frente al 30% acordado.

Las nuevas normas europeas en la materia, aprobadas el año pasado, si se implementaran plenamente, podrían traducirse en que la UE lograse cerca un 45% de recortes de emisiones para 2030. Pero los socios europeos no van en la senda correcta para lograrlo, lamenta Bruselas.