Simplemente fijándonos en el nombre, vemos que la economía circular está íntimamente ligado con el reciclado. Y es precisamente esta extraordinaria cualidad del vidrio como material, su reciclabilidad, la que posibilita para nuestra industria un planteamiento circular basado en el aprovechamiento de los recursos, por el desarrollo sostenible y en el no despilfarro, frente a un planteamiento lineal basado en el usar y tirar.

Es importante destacar que el reciclado del vidrio es un reciclado integral, en el que se mantienen todas las propiedades y se aprovecha todo el material, sin ninguna fuga y cerrando el ciclo al convertirse de nuevo en envase, y no en otro objeto con menor grado de reciclabilidad u otro objeto que necesariamente termine en los vertederos. De esta forma el ciclo se puede repetir indefinidamente en el tiempo, tal y como en puridad debe entenderse el reciclado. De hecho, no es posible diferenciar un envase de vidrio fabricado con materias primas vírgenes de otro fabricado con material reciclado; sus características y garantías son exactamente las mismas. Por eso podemos decir que es un material sostenible, permanente y seguro. Además, el envase de vidrio es inerte, no precisa de capas internas (barnices, recubrimientos…) para estar en contacto directo con los alimentos y bebidas, se trata de un envase de una única capa, esta cualidad facilita también su proceso de reciclado.

El concepto de economía circular para la industria vidriera no es para nada nuevo. Los envases de vidrio se reciclan en España desde 1982, convirtiéndose en una industria pionera en nuestro país en lo que se refiere a la puesta en marcha del reciclado. Mucho antes de que hubiera una ley que impusiera a las industrias a ser sostenibles, la del envase de vidrio ya trabajaba en proteger al medio ambiente, creando el Centro del Envase de Vidrio, el germen del actual SIG (Sistema Integrado de Gestión), ECOVIDRIO. Contar con un sistema de recogida específico para este material nos garantiza que todo el vidrio introducido por los consumidores en los contenedores verdes, vuelve a los hornos vidrieros para crear nuevos envases.

Y ya que estamos hablando del envase de vidrio en un momento en el que la sociedad se está cuestionando determinados aspectos acerca del envasado (o mejor del sobreenvasado) y todos los problemas que puede llegar a causar, parece obligado mencionar el papel de los envases y particularmente el del vidrio.

La importancia del envase

Los envases tienen una doble misión. Técnica de conservación y protección del contenido y de marketing como medio de comunicación, venta e imagen.

Se podría decir que el envase es un elemento identificador de las sociedades modernas. Ha acompañado al hombre desde siempre y ha llegado a ser un elemento imprescindible por lo que aporta.

El envase permite que un producto pueda llegar a muchas personas que de otra forma no tendrían acceso a él. En este sentido nos iguala como consumidores, por lo que podría decirse que es un elemento democratizador.

Además, el envase da garantía. Cualquier producto por el hecho de estar envasado ya nos ofrece seguridad en cuanto a calidad, en cuanto higiene y en cuanto a contenido.

Por otra parte, el envase se adapta perfectamente a los nuevos hábitos, ayudando al hombre a satisfacer las necesidades derivadas de estos nuevos hábitos.

De cara a la exportación, es a veces, la única forma de comunicación que en el mercado tiene un producto, al que además le añade un valor y una garantía de origen.

El envase es un punto de encuentro en el que convergen los intereses del fabricante y del envasador por un lado, el de los canales de distribución y los consumidores por otro y finalmente de la sociedad en su conjunto que debe atender a necesidades de índole sanitario, económico, ecológico, etc.

El envase de vidrio

La red vítrea que constituye este material es químicamente inerte, impidiendo posibles contaminaciones, la prueba es que podemos decir que el vidrio ni sabe ni huele a nada. Además, físicamente es estable formando una barrera infranqueable a los fluidos. Sobre este punto no hace falta insistir más.

Sin embargo, sí hay un aspecto que conviene destacar. Se trata de la percepción del consumidor. En todos los estudios realizados, el envase de vidrio es el más próximo a su consideración de envase ideal, adjudicándole las siguientes características:

  • No afectar al sabor del producto.
  • Ser sano y natural.
  • Fácil de limpiar e higiénico.
  • Poder ser reutilizable y siempre reciclable.
  • Aportar buena imagen al producto.

En esta misma línea, los estudios de neuromárketing muestran que la impulsividad psicológica del vidrio (que mide la atracción positiva y por tanto el potencial de compra) es muy superior (40% por encima) a la de otros materiales.

Una cualidad muy destacable de la industria vidriera y muy relacionada con la circularidad y el desarrollo sostenible es su solidez.

La industria vidriera es de proceso continuo, todos los días del año y todas las horas del día. Precisa de fuertes inversiones a recuperar a lo largo de la vida del horno, entre 12 y 14 años. Estas características tienen sus consecuencias.

Las fuertes inversiones unidas a la inmovilidad hacen que el sector tenga que ser financieramente estable. El largo periodo de amortización implica que sea obligado mejorar los rendimientos, reducir los costes e impulsar acciones de I+D+i.

Pero sobre todo lo que a mi juicio es lo más importante, es que la necesidad de permanencia hace que tenga que planificar a largo plazo, que se integre en su ubicación enraizando y creando vínculos estables. Esta estabilidad es parte del código genético de la industria vidriera. Protege el entorno, cuida las relaciones con el municipio y mima a su personal. Mientras que la media de permanencia nacional en un puesto de trabajo es de 7 años, en la industria vidriera es más del doble, 14.9 años, esta estabilidad no sólo es buena para el trabajador, también lo es para la empresa, un trabajador vidriero no se improvisa, y también para la familia, para que pueda hacer un plan de vida.

Donde se instala una fábrica de vidrio, a su alrededor se crea un microcosmos de influencia, con escuelas, hostelería, servicios, transporte, deporte, cultura y todo lo que ello implica de riqueza, prosperidad y bienestar.

La industria vidriera representa y defiende los valores del modelo de economía circular impulsado desde la Unión Europea. Un modelo que se apoya en el reciclado, la eficiencia energética y la creación de riqueza como eje de sostenibilidad. Una industria que contribuye al desarrollo económico y social mediante su capacidad para innovar, su mano de obra intensiva y su compromiso ambiental.

Unas cuantas cifras pueden servir para ilustrar lo anterior:

  • Se trata de una industria estable. Allí donde se localiza genera empleo y riqueza. El 93% de sus contratos son indefinidos y con una antigüedad media de 14.9 años (muy por encima de la media industrial, posibilitando la realización de proyectos vitales).
  • La proximidad con las materias primas y el mercado minimiza el impacto ambiental. El 86% de las materias primas son nacionales. El 77% de producción se comercializa en España.
  • El vidrio se puede reciclar infinitas veces. La tasa de reciclado de los envases de vidrio es del 76,3%. En el año 2018, gracias al reciclado se han obtenido los siguientes beneficios: 
    • Se ha evitado la extracción de 1.072.787 toneladas de materias primas.
    • Se ha evitado la emisión de 518.514 toneladas de CO2 a la atmósfera.
    • Se ha producido un ahorro de 1.340.884 Megavatios hora de energía en el consumo.
    • Las emisiones específicas de gases con efecto invernadero del sector se han reducido un 70% en 25 años.

Por último, quisiera reivindicar la importancia de la industria en las sociedades. Como motor de la economía, como generadora de riqueza y como soporte del desarrollo de las personas. Las empresas construyen vínculos con su entorno, si queremos que estos vínculos sean satisfactorios, no tenemos más remedio que construirlos de forma respetuosa con la naturaleza, siguiendo sus modelos que desde siempre han sido cíclicos. Y este modelo es el que sigue la industria vidriera y por el que ja sido reconocido en el primer “informe sobre la situación y evolución de la economía circular en España” dentro de los “Actores y Buenas Prácticas”.

Juan Manuel Martín Cano,  Secretario General de ANFEVI

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