El Día del Árbol o Fiesta del Árbol es un recordatorio de la importancia de proteger las superficies arboladas y bosques. Los árboles, entre otros muchos beneficios, transforman el dióxido de carbono, responsable del efecto invernadero, en biomasa, minimizan los riesgos de inundación, y evitan la erosión, entre otras muchas funciones.

Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol.
(Martin Luther King)

Los árboles: símbolos que relacionamos con naturaleza, equilibrio y ecología.  Estos gigantes compañeros han estado a nuestro lado desde el principio de los tiempos, aportándonos sombra, casa, alimento, oxígeno y comida.

Mediante la fotosíntesis, los árboles nos brindan oxígeno a la vez que eliminan el dióxido de carbono (gracias a este proceso tenemos un aire más limpio), su sola presencia protege al suelo de la erosión, actúa de pantalla contra el viento  y regula el clima.

Por esto, y por muchísimo más el día 28 de junio se conmemora el Día Mundial del Árbol, el cual fue instaurado por el Congreso Forestal Mundial en el año 1969; un que día no es más que una excusa para recordar lo imprescindibles que son estos seres vivos en nuestra vida y en la vida del planeta.