Ha sido una etapa muy bonita y muy dura. Ayer me faltó un poquito, pero hoy creo que puedo estar contento. Sufrí mucho porque no logré estar con Pinot, pero esto es el Tour e incluso cuando me descolgué disfruté de estar donde estoy. Tengo 22 años y es un sueño para mí estar con los mejores en la mejor carrera del mundo. A partir de aquí hay que soñar, sí, pero con los pies en la tierra. Hay cinco o seis ciclistas que pueden ganar el Tour de Francia y es muy difícil que lo haga yo.
Todo indica que podré ganar el maillot blanco de los Jóvenes si no tengo una crisis. No obstante, lo más importante es ganar el maillot amarillo. Si en algún momento tengo que sacrificarme para que Geraint Thomas intente ganar el Tour lo haré con gusto, aunque sea a costa de perder yo el maillot blanco. El primer objetivo es que Team Ineos gane el maillot amarillo.