El ciclista colombiano Nairo Quintana salió de las etapas pirenaicas «con el objetivo torcido» y afronta la semana decisiva de los Alpes lejos de la general y preparado para «ayudar a Mikel Landa«, ahora jefe supremo del Movistar.

«Llegué al Tour con buenas sensaciones, pero se torció el objetivo con la caída , que me descuadró bastante. En el Tourmalet tuve mal día y ayer lo intenté con la estrategia del equipo. El objetivo era ayudar a Mikel y será el mismo hasta París».

Ahora, el jefe supremo de Movistar es Mikel Landa

Antes jefe de filas y ahora gregario, Nairo Quintana augura «días importantes en los Alpes» para el trabajo del Movistar, con el objetivo de alcanzar un puesto en el podio para su compañero vasco.

«El equipo tiene que trabajar por ellos y en este Tour aún puede pasar de todo».

Quintana también se refirió al fallo de comunicación en el equipo cuando no avisó, según versión de Alejandro Valverde, de sus dificultades en la jornada que terminó en el Tourmalet. Su explicación difirió de la ofrecida por el campeón del Mundo.

«En el Soulor ya dije que fuesen tranquilos. Se puso a tirar Andrey Amador y pasé una crisis, pero Mikel Landa quería más ritmo, se sentía fuerte. A mí no me gusta que me jodan mi momento, él estaba fuerte y los rivales sufrían. Siguió adelante y buscó su interés, y yo me defendí como pude en el Tourmalet».

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