El suizo de 38 años no había caído nunca ante el campeón de las Finales Nitto ATP 2017

El tenis tiene historias poco esperadas y siempre hay lugar para las sorpresas y la esperanza. Al ingresar al segundo partido de cuartos de final del martes, había pocos indicios de que una epopeya estaba a la orden del día pero eso es exactamente lo que terminó sucediendo en un día inolvidable para Grigor Dimitrov.

A pesar de ganar solo dos de los 18 sets anteriores contra Roger Federer, el búlgaro entró al Estadio Arthur Ashe con la convicción de que podía ganarle al cinco veces campeón. Y tres horas y x minutos de juego después cumplió con su premisa para dar el golpe del torneo, llevarse el triunfo por 3-6, 6-4, 3-6, 6-4 y 6-3 y avanzar a las semifinales en Nueva York para enfrentarse al quinto sembrado Daniil Medvedev.

El partido fue una montaña rusa de emociones en que se combinó un Federer con picos y altibajos y que no lograba encontrar su mejor tenis y un Dimitrov brillante y contundente desde el fondo de la cancha. Sin embargo, el comienzo fue el suizo de 38 años quien le rompió al saque al búlgaro en su primer juego y en menos de seis minutos tenía una ventaja de 3-0 que luego sostendría para llevarse la primera manga.

No obstante, Dimitrov reaccionó de inmediato y se mantuvo sin inmutarse en su plan de juego con calma, pese a estar debutando como cuartofinalista en el US Open, y ante un Federer que mostraba su juego ofensivo para volver a adelantarse por dos sets a uno. Pero el ex No. 3 del mundo, quien conectó 35 tiros ganadores en el partido, mantendría la intensidad en sus tiros y en sus aperturas para llevarse un disputado cuarto set. También Podría Interesarle: Nadal Más Veloz: Saca, Juega Y Gana Más Rápido

«Después del segundo set sentí que estaba pegándole bien a la pelota», dijo Dimitrov en la cancha. «Mi objetivo principal era permanecer en la cancha el mayor tiempo posible. Al final seguro que no estaba al 100 por ciento. Es al mejor de cinco y puede pasar cualquier cosa». Y lo que pasó fue que el búlgaro mantuvo su rendimiento hasta el final y pudo firmar quizá la mayor sorpresa en lo que va del torneo.

Federer, el mayor cuarto finalista desde que Jimmy Connors, de 39 años, llegó a las semifinales del US Open de 1991, cometió 61 errores no forzados y convirtió solo cuatro de los 14 puntos de quiebre que generó. Por su parte, el No. 78 del mundo continúa así un torneo resurgente, tras llegar a Flushing Meadows después de haber perdido siete de sus ocho partidos anteriores. 

Así, el jugador de 28 años volvió a mostrar que está nuevamente por el buen camino, adquirió ese orden que estaba necesitando su juego para volver a brillar y alcanzar su tercera semifinal de Grand Slam además de convertirse en el semifinalista de Grand Slam con el ranking más bajo desde que Rainer Schuettler lo hizo como el No. 94 del mundo en Wimbledon hace 11 años. Y todavía sigue soñando con su primer trofeo de Grand Slam en Nueva York.

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