Hassan Muhumed Abdilaahi saluda desde el pequeño tuk-tuk verde en el que se ha trasladado desde su hogar hasta su amado y cada vez más grande colmenar. Tras haber ampliado su negocio, de dos colmenas en 2013 a 150 hoy en día, el apicultor tiene buenos motivos para sonreír. Sus amigos lo describen como alguien “nacido con una abeja entre ceja y ceja”, dicho local para referirse a las personas sumamente conocedoras de un tema y apasionadas por este.
Hassan, natural del distrito de Gebiley en Somalilandia, comenzó su trayectoria en el mundo de la apicultura a los 24 años de edad. En 2014, dio un gran paso adelante tras recibir capacitación en apicultura impartida por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el marco de un proyecto financiado por el Reino Unido mediante el Programa de empleo sostenible y desarrollo económico. “Cambió mi vida”, afirma Hassan. “Tras recibir la capacitación, nos entregaron dos colmenas modernas y un kit completo de iniciación a la apicultura que incluía un traje de apicultor, ahumadores, cuchillos y cepillos”.
Los resultados han sido impresionantes. Actualmente produce más de 2 000 kg de miel al año, en comparación con los 30 kg que producía en 2013. Es importante destacar que, a pesar de que las sequías recurrentes en la zona pueden dificultar su actividad, Hassan es consigue mantener la producción de sus abejas de forma suficiente.
Hassan demuestra, a través de cursos de capacitación para agricultores y jóvenes, que la apicultura puede ser rentable y ofrecer un medio de vida sostenible. Izquierda: ©FAO/Erastus Mbugua. Derecha: ©FAO/Alberto Trillo Barca.
La apicultura ha sido tradicionalmente menospreciada en Somalia, principalmente debido a la falta de conocimientos en el contexto de una fuerte cultura ganadera nómada. El 60 % de la población depende directa o indirectamente de la ganadería. Sin embargo, la mayoría de las personas desconocen que la apicultura y la elaboración de productos extraídos de las colmenas pueden ser igual de lucrativas. “La gente tiene la percepción de que la apicultura no es un negocio rentable”, señaló Hassan. “Me consta que la apicultura es rentable”. La producción anual de miel de Hassan equivale a la venta de 530 cabras al precio medio del mercado.
Empleo juvenil, mujeres y apicultura
El éxito de Hassan le ha permitido contratar a tres empleados. Dos muchachos trabajan con él en el colmenar, mientras que una joven se encarga de la comercialización. “Las mujeres desempeñan un papel importante en la apicultura, especialmente en el desarrollo empresarial y la comercialización”, explica Hassan. De hecho, el 30 % de los beneficiarios de la capacitación de la FAO en apicultura son mujeres.
Además de dedicarse a la apicultura, en la actualidad Hassan también imparte cursos de capacitación con objeto de transmitir sus muchos conocimientos. Hasta la fecha, ha capacitado a más de 200 jóvenes interesados en aprender cómo generar ingresos con la apicultura.
Asimismo, alienta a los agricultores y propietarios de ganado a que se dediquen a la apicultura con el propósito de mejorar la polinización de los cultivos, lo que producirá rendimientos más altos, o como forma de diversificar y aumentar los ingresos de los hogares. Esto es especialmente importante en una zona que se ha visto gravemente afectada por fenómenos meteorológicos extremos como sequías y crecidas repentinas. La apicultura es una actividad que puede generar ingresos en unos pocos meses con una inversión relativamente pequeña en mano de obra y recursos.
Por otra parte, Hassan ha seguido ampliando sus propios conocimientos. Desde que recibió la capacitación inicial en 2014, ha recurrido a Internet para buscar formas de expandir su negocio. Navega por la red casi todos los días en busca de innovación. “Muchos de los instrumentos que tengo y utilizo hoy en día los he encontrado y conocido en Internet”, destaca. “Al principio, fabricar las colmenas era difícil para nosotros, pero actualmente construyo todas las que forman parte de mi colmenar”. Además, vende las colmenas que fabrica a otros apicultores.
Hassan prepara su miel natural para la venta tanto a nivel local como en el extranjero. ©FAO/Alberto Trillo Barca.
El futuro
Hassan todavía debe enfrentarse a numerosos desafíos. En particular, será necesario que cumpla con las normas del mercado y que el etiquetado y envasado de los productos se realice de forma adecuada para poder acceder plenamente a los mercados local y regional. A pesar de ello, Hassan se siente orgulloso de su miel, que vende en toda Somalilandia e incluso en el extranjero.
La apicultura puede ayudar a mitigar la pobreza, proteger la biodiversidad y respaldar la seguridad alimentaria, lo que a su vez ayudará a conseguir el objetivo #HambreCero. Al dar a conocer la apicultura, Hassan contribuye a la gran misión de la FAO de ayudar a los países a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Si bien estos beneficios de largo alcance pueden no ser evidentes para Hassan, él se siente muy feliz con lo que ha logrado hasta el momento y espera poder “producir miel suficiente para toda Somalilandia” algún día. Hassan tiene los ojos puestos en un futuro próspero.
fao.org