Los científicos han relacionado la disminución del hielo marino del Ártico con la aparición de un virus mortal que podría amenazar a los mamíferos marinos en el Pacífico Norte, según un estudio de la Universidad de California-Davis (UC), que publica la revista ‘Scientific Reports’.
El estudio, de 15 años, destaca cómo la remodelación radical del hielo marino histórico puede haber abierto caminos para el contacto entre las focas árticas y subárticas que antes era imposible. Esto permitió la introducción del virus en el Océano Pacífico Norte.
«La pérdida de hielo marino está llevando a la fauna marina a buscar y alimentarse en nuevos hábitats y eliminar esa barrera física, permitiendo nuevas vías para que se muevan» -explica la autora Tracey Goldstein, directora asociada del One Health Institute, en la Escuela de Medicina Veterinaria de la UC-.
«A medida que los animales se mueven y entran en contacto con otras especies, tienen la oportunidad de introducir y transmitir nuevas enfermedades infecciosas, con impactos potencialmente devastadores».
Los investigadores tomaron muestras de mamíferos marinos para la exposición e infección por el virus del moquillo focino desde 2001 hasta 2016. Los mamíferos controlados eran focas asociadas al hielo, lobos marinos del norte, leones marinos Steller y nutrias marinas del norte desde el sudeste de Alaska hasta Rusia a lo largo de las islas Aleutianas y los mares Bering, Chukchi y Beaufort.
El hielo del océano Ártico y las rutas de aguas abiertas se evaluaron desde el Atlántico Norte hasta los océanos Pacífico Norte.
Los datos de telemetría satelital ayudaron a los investigadores a vincular el movimiento de los animales y los datos de los factores de riesgo para demostrar que los animales expuestos tienen el potencial de transportar largas distancias el virus del moquillo.
Los autores identificaron la infección generalizada y la exposición al virus a través del Océano Pacífico Norte a partir de 2003, con un segundo pico de exposición e infección en 2009. Estos picos coincidieron con reducciones en la extensión del hielo marino del Ártico.
«A medida que el hielo marino continúa su tendencia a derretirse, las oportunidades para que este virus y otros patógenos se crucen entre los mamíferos marinos del Atlántico Norte y el Pacífico Norte pueden volverse más comunes -apunta la primera autora Elizabeth VanWormer, investigadora postdoctoral en la UC durante el estudio y actualmente profesora asistente en la Universidad de Nebraska»-.
«Este estudio destaca la necesidad de comprender la transmisión de PDV y el potencial de brotes en especies sensibles dentro de este entorno que cambia rápidamente».
ecoticias.com