Rafael Nadal se aseguró ser el número uno del Ranking ATP de la temporada 2019 en las Nitto ATP Finals. La derrota de Novak Djokovic frente a Roger Federer este jueves le garantizó la primera plaza hasta final de año, pero un día después confirmó su liderato con una brillante victoria frente a Stefanos Tsitsipas por 6-7(4), 6-4, 7-5. De esta forma, el español termina por quinta vez un curso en lo más alto (2008, 2010, 2013, 2017 y 2019).
“Es algo emocionante tener este trofeo de No. 1 conmigo”, reconoció Nadal después de recibir el título que lo corona como el mejor jugador del mundo hasta la próxima temporada. “Significa mucho que después de once años pueda conseguir este trofeo otra vez, creo que sin el apoyo de mi familia y mi equipo nada de eso sería posible. Han jugado un papel muy importante, en algunos momentos duros, ellos me ayudaron mucho a superarlo”.
Ser número uno del mundo es diferente a cualquier otro tipo de logro. Un título requiere el máximo nivel durante una o dos semanas, en cambio ser No. 1 significa ser el más regular durante todo un año. “Es algo realmente diferente a cualquier otra cosa”, explicó el manacorense.
“Para conseguir esto hay que hacerlo bien once meses; para ganar un torneo necesitas jugar bien una semana o dos. Es una cosa distinta, con lo cual a nivel de mérito quizás este tiene un poquito más, pero a nivel emocional momentáneo, un torneo. Es difícil comparar. La satisfacción personal de tener el trofeo en el museo de la Academia significa mucho para mí”, continuó expresando Nadal.
Nadal se aseguró ocupar el No. 1 del Ranking ATP, al menos, durante 209 semanas en total a lo largo de su carrera. De esta manera, se convierte en el sexto hombre en superar las 200 semanas en lo alto. Ha estado durante ocho etapas en el liderato desde que ascendió por primera vez el 18 de agosto de 2008 y en cinco temporadas diferentes -es el único en hacerlo en años no consecutivos- acabó como número uno.
“Quizás 2013 fue muy emocionante para mí”, dijo Nadal a la hora de elegir una temporada entre todas las que acabó en el número uno. “Después de ocho meses sin competir, muchos meses sufriendo porque no se veía el final al problema de la rodilla, volver y terminar en el No. 1 del mundo sin jugar Australia y sin jugar prácticamente Wimbledon, porque la rodilla no me aguantó, es algo muy difícil. Pero hice prácticamente a la perfección todo lo demás. Por todo lo que conllevó, emocionalmente y físicamente, quizás es la que más valoro en mi carrera”.
Finalmente, el español resumió de esta forma su rendimiento en 2019: “Los resultados te van marcando los objetivos. Es muy complicado pensar desde enero en ser No. 1 del mundo o al menos yo no me lo planteo. El camino me llevó hacia los objetivos más ambiciosos posibles, estuve en tres finales de Grand Slam, pude ganar dos y estuve en otra semifinal. Gané dos [ATP] Masters 1000, hice muchas cosas buenas y además estuve en muchas otras semifinales durante todo el año. Ha sido un año muy bueno, cuando he jugado lo he hecho muy bien y la verdad que supone una satisfacción un tanto especial porque tuve una época del año especial”.
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