El griego gana las Nitto ATP Finals a Thiem en una apasionante final
Simplemente increíble: de Milán a Londres en un año. En 2018, Stefanos Tsitsipas levantó el título de campeón de las Next Gen ATP Finals y este domingo, una temporada más tarde, celebró el mayor trofeo de su carrera en las Nitto ATP Finals. En la pista central del O2 Arena de Londres, el griego remontó 6-7 (6), 6-2 y 7-6 (4) a Dominic Thiem y confirmó que los sueños se hacen realidad.
Al lograr la victoria, el griego, de 21 años, se convirtió en el campeón más joven de las Nitto ATP Finals desde que Lleyton Hewitt lo hizo con 20 años en el 2001. Hasta ahora, solo seis tenistas había ganando el torneo teniendo 21 años o menos, pero desde hoy esa cifra ha aumentado a siete.
Antes de salir a jugar, Thiem dominaba por 4-2 la rivalidad ante Tsitsipas, con la última victoria conseguida hace unos meses en la final de Pekín, donde levantó el título de campeón. La de hoy en Londres era la segunda ocasión en la que ambos contrarios se veían las caras con un título en juego, y además suponía el primer partido decisivo entre dos jugadores con revés a una mano desde 2006, cuando Roger Federer derrotó a James Blake.
Thiem y Tsitsipas jugaron un primer set muy intenso, y de una calidad extraordinaria que terminó decidiéndose en un tie-break. Mientras que el austríaco salvó las 3 bolas de break a las que se enfrentó, el griego anuló las 2 a las que hizo frente, llegando a un desempate que se decidió por pequeños detalles que cayeron del lado del No. 5 del mundo para tomar ventaja en el cruce y acercarse al título de campeón.
Entonces, la reacción de Tsitsipas no se hizo esperar. Una salida en tromba del griego en el segundo parcial le colocó 4-0, con un doble break para avisar a su rival de lo carísima que iba a costarle la victoria. Aunque Thiem sumó dos juegos, ambos con su saque, el encuentro se encaminó irremediablemente hacia el tercer set.
Con el público emocionado ante el espectáculo que ofrecieron ambos jugadores, Thiem y Tsitsipas plantearon una lucha muy ajustada en el arranque de ese parcial decisivo, de poder a poder, pero fue el griego el que tomó de nuevo una ventaja decisiva, aprovechándose del impulso de haber empatado el encuentro con tanta contundencia como lo hizo el N. 6 del mundo.
Se puso 3-1 el griego, posiblemente imaginándose ganador del encuentro, pero Thiem le demostró que estaba equivocado, neutralizando la ventaja (3-3) y devolviendo el partido al equilibrio más absoluto y dando paso a un desenlace absolutamente eléctrico.
Con todo por decidir, el título en el aire, ambos rivales volvieron a citarse en otro tie-break, pero esta vez fue el decisivo de que salió el ganador del partido. Tsitsipas lo comenzó sin miedo, con una determinación espectacular para ponerse 4-1, con Thiem absolutamente arrinconado.
Y de nuevo volvió a surgir el austríaco, que puso el 4-4, recuperando los dos mini-breaks que había cedido, y dándole a Tsitsipas una ventaja que esta vez el griego no desaprovechó para ganar el trofeo más importante de su vida hasta ahora.
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