Un monumento de 12 goles se erigió la mañana del viernes en las arenas de la Costa Verde, como se le conoce al litoral limeño. El ‘Partido de las Estrellas’ de River Plate y Flamengo disputado en la Embajada del Hincha de la CONMEBOL, quedó empatado a seis goles por bando, en un juego de mucho toque, paciencia y actitud, que no dejó nada para los puntos suspensivos. 

Pero por sobre todo hubo fiesta de las hinchadas, las de Flamengo y River que vibraron y tuvieron su previa de la gran final de este sábado.

El evento contó con la presencia de las máximas autoridades de la CONMEBOL, encabezado por su presidente, Alejandro Domínguez y los presidentes de ambos clubes finalistas, el de Flamengo, Rodolfo Landim y el de River, Rodolfo D’Onofrio. 

– Talento puro – 

En la cancha, ambos rivales midieron fuerzas los primeros minutos, de extremo a extremo, de arco a arco, desde Nery Pumpido hasta Julio César, había paciencia en los primeros toques, había reflexión y cautela. Por eso, una centella nació de un inofensivo lateral de Baiano, que aprovechó Gavilán para romper las redes del tres veces mundialista y campeón el 86’, Pumpido.

“Para mí está 50% y 50%, ambos clubes tienen equipos extraordinarios”, dijo a la prensa el arquero argentino después del partido. La hinchada de River no paró de alentar y el cuadro millonario coronó los cánticos con dos señores goles de Fernando Cavenaghi y el ‘cabezón’ Ruggeri. El primero limpió las telarañas del arco brasileño y el segundo engañó al guardameta con un amago y la pelota entró en diagonal pidiendo permiso.

Las estrellas de River habían volteado momentáneamente, pero Flamengo sacó a relucir la jerarquía y respondió con tres latigazos seguidos para poner el 4 a 2. Gavilán otra vez, Baiano Luisao adelantaron al cuadro que mora en Río de Janeiro.

El entretiempo estaba cerca y parecía que los millonarios bajaban los brazos. La hinchada nuevamente empujó al equipo y la llamada la contestó el ‘Juanpi’ Sorín, quien ganó la raya por derecha, levantó la cabeza, tiró para Yepes quien la dejó correr para el ‘Juanpi’, esta vez el Ángel, quien decretó con menos ángulo que Van Basten en la Eurocopa del 1988 ante la URSS, el 4 a 3. En las postrimerías del primer tiempo, Yepes quería su gol y lo consiguió, cerró 4 a 4 el match.

– El entretiempo –

Durante el entretiempo, el banco argentino estaba más caliente que el brasileño, quienes se gastaban unas bromas entre ellos. Ruggeri y Pumpido conversaban con el árbitro, quien le fue esquivo en algunas jugadas.

Los 5,000 argentinos, brasileños y peruanos congregados en la alfombra verde de la Embajada del Hincha CONMEBOL, de la Costa Verde, esperaban otra catarata de goles para el segundo tiempo. Los futbolistas respondieron con más pierna fuerte, ajustones y menos goles; los equipos despertaron la historia y el carácter, cerraron filas atrás al mando de Ruggeri y Baiano, un mounstruo que se comía toda la cancha. Ya decía Bilardo que el partido perfecto era el cero a cero, porque ninguna defensa había fallado.

Y falló, autogol de River, autogol de Yepes a los 18 minutos del partido. Lo tuvo que empatar Juan Pablo Ángel a los 21 minutos. Era cinco a cinco y las tribunas no lo podían creer, el sol acompañaba desde su palco. En los minutos finales, un centro de Luisao que cogió Joao para adelantar a Flamengo. La suerte estaba echada, pero no para Sorín, el ‘Juanpi’, quien no la dejó de luchar nunca, siempre pegado a la raya, esta vez se sacó un brasileño y reventó el arco de Julio César.

Fue justo el empate entre millonarios y flamenguistas. No hubo puntos suspensivos, pero sí el punto y aparte de una historia que se define este sábado en la final del Monumental.

Goles:

FLAMENGO

Gavilán, 4’, 8’; Luisao 9’; Baiano, 10’. Yepes (AG), 18’; Joao, 22’.

RIVER

Cavenaghi, 6’; Ruggeri, 7’; Ángel, 11’, 21’; Yepes, 13’; Sorín, 30’.

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