Conocidas como cumbres del clima, las COP constituyen desde hace 25 años el foro político al más alto nivel frente a la crisis climática con un peso «in crescendo» tras haberse ido sumando nuevos actores como empresas y grupos conservacionistas mientras la sociedad se ha ido concienciando del grave problema.
El desafío de mitigar una crisis climática que no entiende de fronteras sino que es global, subyace tras la filosofía “multistakeholder” o de múltiples actores de estas cumbres, en donde el debate es multidisciplinar y transversal, con representantes no solo políticos y gubernamentales, sino también sociales, científicos, económicos, etc.
Para entender las cumbres del clima, como la que se celebrará, entre el 2 y 13 de diciembre, en Madrid, con la aspiración de convertirse en punta de lanza para que la acción climática se haga transversal y permee en todas las administraciones y sectores, las claves son las siguientes.
1. ¿Qué es una COP?
Se conoce como Conferencia de las Partes, o COP, a las cumbres mundiales del clima que se reúnen cada año y representan al órgano supremo de toma de decisiones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (Cmnucc), a través de los jefes de Estado y de Gobierno -o en su falta los ministros-, para intentar mitigar la crisis climática a causa principalmente de las actividades humanas.
2. ¿Quiénes participan?
En estas conferencias pueden participar todas las partes de la Convención -La Unión Europea (UE) con sus países miembros es una de las 197 partes que la integran- mientras que los representantes de empresas, organizaciones internacionales, grupos de interés y asociaciones tienen estatuto de observador.
3. ¿Cómo se desarrolla una COP?
Durante unos quince días, la convención reúne a miles de científicos, empresarios, representantes institucionales, organizaciones no gubernamentales y gobiernos de todo el mundo. La primera semana es de carácter técnico, pero durante las últimas jornadas, que se conocen como el “tramo ministerial”, se dan cita numerosos jefes de Estado y ministros responsables de cambio climático de decenas de países.
4. ¿Por qué se celebra la COP25 en Madrid?
Las cumbres del clima se celebran en una región mundial diferente cada año, de forma rotatoria. Esta vez correspondía a América Latina, tras el turno de Europa del este con la última edición en Polonia, pero después de que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ganara las elecciones en su país y renunciara a organizarla allí, como estaba previsto este año, Chile tomó el relevo. A última hora, sin embargo, hubo de trasladarse la cita a Madrid, debido a las grandes revueltas y disturbios en el país andino que alteraron de nuevo la ubicación de la reunión.
5. ¿Qué nos jugamos en esta cumbre?
Bajo una presión social sin precedentes por las divergencias entre lo que los Gobiernos deben hacer según la ciencia, y lo que hacen, la COP25 disparará la carrera entre los países para pasar a la acción y presentar planes climáticos más ambiciosos que habrán de estar listos en 2020. Los mercados de carbono, las aportaciones al Fondo Verde del Clima, el mecanismo de daños y compensaciones por fenómenos climáticos extremos, el apoyo a los países en vías de desarrollo en su transición a un nuevo modelo energético y los próximos pasos a seguir a partir de 2020 son algunos retos de las negociaciones de esta cumbre.
6. La antesala de una nueva fase climática
La COP25 será la última oportunidad para resolver los escollos pendientes de la anterior cumbre en Polonia, antes de la activación del emblemático Acuerdo de París, que empezará a funcionar en 2020. Este gran pacto mundial alcanzado en 2015 tiene como objetivo intentar limitar el aumento global de la temperatura por debajo de 2 grados en 2100, y preferentemente hasta un máximo de 1,5 grados.
7. ¿Quiénes serán los protagonistas de la COP25?
Más allá de los grandes emisores de gases de efecto invernadero y de los países que enarbolan la defensa climática, la COP25 en Madrid tendrá sus protagonistas clave: desde políticos que lideran ambiciosas medidas, hasta naciones en retirada como EEUU o la emblemática activista climática Greta Thunberg. También lo serán, por supuesto, España y Chile, como países coanfitriones y ambos representados por mujeres, al frente de sus respectivos ministerios de Medio Ambiente, que liderarán una cumbre en donde además de los temas habituales podría empezar a tomar fuerza la temática de género ante una crisis climática que “agravará las desigualdades”.
8. ¿España acude con los deberes hechos?
En línea con la Unión Europea (UE), la apuesta de España es alcanzar la neutralidad climática en el año 2050, y este país está dispuesto a elevar el objetivo europeo fijado para 2030 y pasar de una reducción de las emisiones de carbono del 40 % al 50 %, e incluso al 55 %, si otros países elevan también sus compromisos. Las tres piezas clave del actual Ejecutivo español en funciones en esta carrera en defensa del medio ambiente son: la Ley de Cambio Climático, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 y la Estrategia de Transición Justa.
9. La ciencia, el “Pepito Grillo” del clima
Esa voz de la conciencia ambiental o “Pepito Grillo” que es la ciencia viene alertando, desde hace mucho tiempo, a la clase política, con datos objetivos, de la amenaza que supone la crisis climática para el planeta. Los científicos se sustentan para sus argumentos en toda una ristra de nuevos informes publicados en donde se alerta de las graves consecuencias de no evitar que la temperatura del planeta se sitúe por debajo de 1,5 grados. Esta COP25 estará mas presionada que nunca por una sociedad que exige a gritos medidas contundentes a los Gobiernos para ajustarse a las recomendaciones de los científicos.
10. Una COP con gran retorno económico
Con una asistencia prevista de más de 20.000 personas, el centro de convenciones Ifema destinará seis pabellones y 100.000 metros cuadrados de superficie con un área adicional de 13.000 metros para celebrar esta COP25, que costará unos 60 millones de euros, aunque su impacto económico en todo Madrid rondará los 100 millones de euros. EFEverde