El uso eficiente de materiales para la construcción de viviendas y el ensamblaje de vehículos de pasajeros en los países del Grupo de los Siete (G7) podría evitar 25 gigatoneladas de emisiones de carbono para 2060, lo que equivale a más del doble de las emisiones anuales de todas las centrales eléctricas de carbón del mundo.
Los datos se desprenden de un resumen para formuladores de políticas elaborado por el Panel Internacional de Recursos (IRP) y presentado en el marco de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático COP25, en Madrid.
Las emisiones generadas por la producción de materiales como metales, madera, minerales y plásticos aumentaron más del doble entre 1995 y 2015, y representaron casi una cuarta parte de todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Los autores del resumen advierten que, sin aumentar la eficiencia en el uso de materiales, será casi imposible y mucho más costoso frenar el calentamiento global por debajo de 1,5°C -el más ambicioso de los objetivos climáticos de París-.
El resumen del IRP para los encargados de formular de políticas, Eficiencia de los recursos y cambio climático: estrategias de eficiencia material para un futuro con bajas emisiones de carbono, preparado a petición del G7, es el primer análisis científico exhaustivo que estima las reducciones totales que pueden lograrse en las emisiones de GEI de los hogares y los automóviles si se incrementa la eficiencia en el uso de materiales.
Los sectores de construcción y manufactura son responsables de aproximadamente 80% de las emisiones generadas por el uso primario de materiales. El informe se centra en el potencial de reducción de emisiones de los dos productos más contaminantes en ambos sectores: los automóviles de pasajeros y las viviendas.
Utilizando estrategias y tecnologías que existentes, los países del G7 podrían ahorrar hasta 170 millones de toneladas de emisiones de carbono del sector de construcción residencial en 2050. Adicionalmente, India podría evitar 270 millones de toneladas y China 350 millones de toneladas.
Si se considera el ciclo de vida completo de los automóviles, las estrategias de eficiencia material podrían ayudar a los países del G7 a reducir las emisiones de GEI en hasta 450 millones de toneladas en 2050. Una cantidad similar podría evitarse en China e India. Estas reducciones pueden ayudar a los países a mantenerse dentro de su presupuesto de carbono.
Ampliar la vida útil de los productos, reutilizar componentes, sustituir o usar menos materiales y hacer un uso más intensivo de los materiales vigentes son todas estrategias que los países del G7 podrían implementar hoy para enfrentar el calentamiento global.
“Nuestras estrategias para abordar el cambio climático se han centrado en gran medida en mejorar la eficiencia energética y acelerar el uso de energías renovables. Pero prestar mayor atención a la circularidad, el consumo sostenible, y la producción y la eficiencia de los recursos puede mejorar radicalmente nuestra capacidad para cumplir los objetivos del Acuerdo de París», dijo Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
El IRP considera que la huella de carbono de la producción de materiales para automóviles podría reducirse hasta 70% en los países del G7, 60% en China y 50% en India en 2050.
El mayor ahorro de emisiones en este sector vendría de cambiar el uso actual que se le da a los vehículos, por ejemplo, a través de estrategias como los viajes compartidos y la reducción de ventas de los SUV grandes. Si uno de cada cuatro viajes en los países del G7, China o India fuera un viaje compartido, entonces la huella de carbono asociada al uso y la producción de automóviles disminuiría hasta 20%.
El informe también muestra que, con una mayor eficiencia, las emisiones de GEI provenientes de la producción de materiales para edificios residenciales en el G7, China e India podrían reducirse entre 50% y 80% en 2050.
Para lograrlo, haría falta dar un uso más intensivo al espacio (por ejemplo, reduciendo la demanda de superficie de suelo), sustituir el concreto y la mampostería por madera producida de forma sostenible, aumentar el reciclaje y construir viviendas más livianas con acero, cemento y vidrio menos contaminantes.
Disminuir la demanda por la superficie de suelo en los países del G7 en hasta 20% podría reducir las emisiones de GEI de la producción de materiales hasta en 73% en 2050. Contribuyen a este fin medidas como compartir hogares, construir unidades más pequeñas y reformar las viviendas para reducir su tamaño cuando los hijos se mudan fuera del núcleo familiar.
Los recortes revelados por el informe se suman a los ahorros de emisiones generados por la descarbonización del suministro de electricidad, la transición hacia los vehículos eléctricos e híbridos, entre otras medidas de acción climática.
Según el informe, muchas de estas reducciones de emisiones solo serán posibles si los países crean entornos normativos e incentivos propicios, y generan políticas de amplio impacto en todos los sectores, por ejemplo, la certificación de edificios, la contratación pública ecológica, los impuestos sobre materiales vírgenes, la exigencia en el uso de contenido reciclado y la eliminación de los subsidios a los materiales vírgenes.
El informe del IRP insta a los responsables políticos a integrar la eficiencia material en las nuevas contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) para establecer objetivos de reducción de emisiones más ambiciosos. Actualmente, solo Japón, India, China y Turquía mencionan la eficiencia de los recursos, la gestión de recursos, la eficiencia material, la economía circular o los instrumentos relacionados al consumo como medidas de mitigación explícitas en sus NDC.