Con transiciones rápidas Millonarios desactivó el orden y la intensidad para presionar que mostró Santa Fe en la victoria frente al Cali. Además su ataque estuvo efectivo con los tres delanteros que puso el técnico Alberto Gamero y que marcaron los tres goles que lo clasificaron a la final.
Esta vez David Macalister Silva tuvo el respaldo que reclamó ante América. Con criterio, Juan Pablo Vargas quebró la línea de su defensa para hacer un bloque más corto con el mediocampo y apoyar la generación de fútbol ofensivo.
El 1-0 lo marcó Hansel Zapata a un pase preciso de Silva que definió a la salida del portero Leandro Castellanos a los 36′. Segundos antes, Santa Fe perdió una oportunidad muy clara para anotar con un fallo increíble de Diego Valdés de frente al arco.
Millonarios puso el 2-0 en una combinación de Vargas con el costarricense José Ortiz que en velocidad dejó atrás a su marcador y anotó tras dejar en el camino a Castellanos. El descuento lo hizo de cabeza Fainer Torijano en el final del primer tiempo.
El complemento mostró a un equipo cardenal que abusó del juego brusco. Se llenó de amonestaciones, perdió concentración en defensa, dio espacios por la banda izquierda y una vez más Silva desequilibró en el área. Generó un penal que Ayron Del Valle transformó en el 3-1 con potencia.
Fue suficiente para que Millonarios mantuviera el control del partido. Con problemas para salir desde su campo, Santa Fe regaló una pelota que tomó Silva para un remate de 40 metros que pegó en el palo.
El equipo de Gamero tuvo mejor funcionamiento colectivo con poderío ofensivo. En tanto, el rojo no encontró respuestas en John Velásquez, lejos de la pelota para tener influencia.
Ya en la final, el conjunto embajador aguarda por su rival del domingo. Santa Fe puede disputar ese partido si hay empate en el clásico entre América y Cali del jueves. Una victoria de los diablos rojos los mete en la disputa por el título. Lo mismo ocurre si hay un triunfo de los verdiblancos por dos goles de diferencia.
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