El español se medirá a Dominic Thiem en los cuartos de final del Abierto de Australia
Rafael Nadal superó un duro test este lunes para avanzar a los cuartos de final del Abierto de Australia. El No. 1 del mundo se impuso a Nick Kyrgios 6-3, 3-6, 7-6 (6), 7-6 (5) y siguió adelante en la búsqueda de su vigésimo título de Grand Slam, lo que supondría igualar a Roger Federer en mayor número de títulos grandes en toda la historia. Nadal, al que Kyrgios había puesto habitualmente en muchos problemas en el pasado, venció a su rival mostrando el nivel que ya había exhibido en la tercera ronda ante su compatriota Pablo Carreño Busta.
Nadal llegó así a los cuartos de final de un Grand Slam por ocasión No. 41 en su carrera, empatando con Jimmy Connors y teniendo solo por delante a Roger Federer y Novak Djokovic.
De entrada, Kyrgios homenajeó a Kobe Bryant, fallecido el domingo en un accidente de helicóptero, saltando a la pista con una camiseta de los Lakers con el No. 8. a la espalda. Reconocido aficionado de la NBA, el australiano mostró su conmoción conteniendo las lágrimas por la pérdida de la leyenda estadounidense.
Una vez arrancó el partido, Nadal se mostró decidido a ir a por la victoria. Aunque en su primer turno de saque cometió dos dobles faltas seguidas, el español logró muy pronto un break que le dio la tranquilidad necesaria para asaltar la victoria en esa primera manga, que se llevó en 36 minutos de juego dejando clara una superioridad apabullante.
Las cosas cambiaron en el arranque del segundo set. Kyrgios salvó tres bolas de break en un juego de casi ocho minutos de duración, y se mantuvo con vida en el encuentro para terminar de recuperar la fe cuando le arrebató el servicio a Nadal, y se disparó a lomos de una descarga de adrenalina que le permitió jugar algunos de sus mejores puntos de la noche.
Respaldado por ese tenis, y gracias a la ayuda del saque, Kyrgios empató el partido después de llevarse el segundo parcial y hacer que la pista explotase de júbilo, soñando con ver una victoria de su jugador ante el No. 1 del mundo.
Si al principio Kyrgios parecía un poco cansado, quizás acusando la paliza física a la que se sometió para ganar a Karen Khachanov en la tercera ronda, en un encuentro de casi cinco horas, la energía de llevarse el segundo set y poner las tablas ante Nadal le hicieron olvidarse del cansancio para seguir peleando por el triunfo con todo.
Al ganar el segundo set, el encuentro se niveló y Nadal y Kyrgios pasaron a formar parte de un espectáculo tremendo en forma de tercer set, donde ambos se exprimieron por encima del 100%. Así llegaron al tie-break, donde la tensión se redobló hasta límites insospechados.
Con 5-5, Kyrgios cometió una doble falta que Nadal replicó con 6-6, dejando pasar su primer punto de set. El español, sin embargo, se subió al tren justo a continuación y se allanó considerablemente el pase a los cuartos de final porque le rompió el saque al australiano en el arranque de la cuarta manga para celebrar una victoria muy importante.
Kyrgios continúo luchando y luchando, una de las señas de identidad de esta temporada, y recuperó el break cuando Nadal sacaba por la victoria con 5-4. Entonces, ambos rivales volvieron a disputar otro desempate que cayó de nuevo del lado Nadal, como el triunfo final en un encuentro absolutamente memorable.
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