Bajo los conceptos de rescatar y recuperar el río Pance, para reconciliarse con su entorno, la Administración Municipal, que orienta Jorge Iván Ospina, a través del Dagma y conjuntamente con la CVC, realizó un recorrido  a este afluente para conocer sobre varias denuncias ciudadanas que dan cuenta de algunas afectaciones.
 
El director del Departamento de Gestión del Medio Ambiente, Carlos Eduardo Calderón Llantén, señaló que se visitaron tres sectores. El primero de ellos ubicado en la cuenca baja, muy cerca al puente de La Viga en el que se encontró que en otro momento había explotación pétrea.
 
Anunció que “si bien hay una licencia de explotación de material de arrastre, esta se encuentra suspendida, puesto que se está incumpliendo con el plan de manejo, que son las obligaciones que en este caso tiene la persona jurídica para proteger el medio ambiente”.
 
Precisó: “ante esta situación se coadyuvará por parte de la autoridad ambiental del Municipio, una acción que permita hacer cumplir con medidas policiales – si es el caso-, la citada disposición, impidiendo que maquinaria y equipos accedan al río para extraer ese material sin los permisos de rigor, incluidos la retroexcavadora y la volqueta que pudieron observar los funcionarios de la CVC y Dagma, durante esta jornada”.
 
En cuanto al segundo punto visitado, donde se evidencian unas estructuras de desagüe al río, el titular del Dagma constató que de acuerdo con los análisis físico-químicos de la CVC, los vertimientos no cumplen con la normatividad ambiental.
 
“En estos momentos la empresa Ozono, responsable del tratamiento de esos residuos a través de una planta de tratamiento – Ptar, no está cumpliendo con los parámetros ambientales de vertimiento; en consecuencia, la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca conminó a esta firma que lo cumpla, al igual a la constructora Jaramillo Mora, de lo contrario se iniciará un proceso sancionatorio. Una vez se determinen los análisis, se confrontarán los datos”, argumentó.
 
Reiteró enfáticamente que los vertimientos vistos por los representantes de los organismos ambientales – Municipal y Regional –, acompañados por funcionarios de las Secretarías de Gestión del Riesgo y de Seguridad y Justicia de Cali, están contaminando el río Pance.
 
En marco del recorrido por estos sectores cercanos al parque nacional Los Farallones, el director del Dagma, Carlos Eduardo Calderón, se desplazó en compañía de algunos funcionarios de CVC hacia un proceso urbanístico, cercano al Club del Deportivo Cali.
 
“En principio se consideraba que este proyecto estaba en área de reserva y se presumía que no contaba con las licencias urbanísticas ni permisos ambientales. Sin embargo, ya en el sitio y una vez se dialogó con uno de los propietarios de este proceso urbanístico, se constató que la Administración anterior le concedió el permiso a través de la Curaduría número 3, sumado al carreteable que también tiene aprobación”.
 
Anotó que “Emcali le otorgó a este proyecto servicios de acueducto y energía eléctrica, mientras que el alcantarillado se maneja por medio de pozos sépticos, aspecto que la autoridad ambiental del Municipio ha sido clara que estas estructuras tienen que impedir que exista un vertimiento directo sobre las fuentes de agua”.
 
También dijo que este proyecto constructivo considera ceder una zona verde del 25% del total del predio de 70 mil metros cuadrados, que puede ser convertido en espacio público.
 
“La intención de este gobierno es desalentar desarrollos urbanísticos que presionen indebidamente la cuenca del río Pance, pensamos que este está alcanzando su máxima capacidad de resiliencia y de carga y por ello todas las autoridades debemos aunar esfuerzos para rescatarlo y recuperarlo”, concluyó el director del Dagma.

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