Retroexcavadoras para extraer piedra y arena, volquetas para evacuar el material del lecho del río, árboles talados, desagües ilegales al afluente hídrico, cambuches con asentamientos subnormales, vigilantes con caras nada amigables e ingenieros con risas socarronas apostados a la orilla del río Pance, fue lo que se encontraron el alcalde de Cali y miembros de su gabinete, los concejales de la ciudad, los personeros delegados para el medio ambiente, el corregidor de Pance, los miembros de Parques naturales, la CVC, ambientalistas y vecinos de Ciudad Jardín y el Valle del Lili, quienes llegaron hasta allí para proceder a la suspensión y cierre de las obras de urbanismo que adelanta la constructora Jaramillo Mora en el sector.

El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, lideró el proceso de restitución de los derechos del río y manifestó que este afluente no soporta más cargas porque las constructoras han venido haciendo infraestructuras en su lecho, lo cual es un atentado a la biodiversidad porque la zona de amortiguamiento se deteriora, la extracción de piedra acaba con el ecosistema y seca el cuerpo de agua que le pertenece a las nuevas generaciones.

“Hoy venimos hasta acá todos los que estamos interesados en salvar el río Pance. Vinimos a generar conciencia y sensibilizar a la comunidad porque no se puede seguir con la urbanización de unidades residenciales y edificios de 10 pisos a la orilla del río porque la población que allí reside deposita sus desechos, detergentes, bacterias y sedimentos directamente al río. Las plantas de tratamiento de aguas que hay, no cumplen con los requisitos ambientales, las vías vehiculares y carreteras son insuficientes y ello va en detrimento patrimonial de estas edificaciones porque esta zona se declarará de utilidad pública para proceder a congelar las licencias otorgadas por el Ministerio de Minas”, manifestó el alcalde Ospina.

El concejal Roberto Rodríguez añadió que esta diligencia se adelanta en virtud de la tutela que un juez falló a favor del río Pance, declarándolo sujeto de derechos y le brindó protección sustentado en que nada puede estar por encima del respeto y la conservación del medio ambiente.

Además -anotó el director del Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente – Dagma, Carlos Eduardo Calderón, que la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca – CVC, suspendió a través de la Resolución 0710 N° 0711-01151 de 2018 la explotación de piedra y arena dado el inminente deterioro que la maquinaria estaba causando al medio ambiente.

El Personero Municipal, Héctor Hugo Montoya Cano, apoyó en un 100% la decisión del acalde de Cali de clausurar las acciones dañinas contra el río Pance, no solo porque se ciñe al cumplimiento de una tutela ordenada por un juez de la República, sino porque los recursos naturales de la ciudad se tienen que hacer respetar por encima de los desarrollo urbanísticos, los cuales se deben adelantar sin menoscabar el medio ambiente.

“Felicitamos a todo este equipo de funcionarios y ciudadanos comprometidos, pues nosotros como vecinos del sector -ya que vivimos en La María II-, estamos muy preocupados por el deterioro de nuestro río. Los estudios adelantados por la Universidad del Valle dan muestras de una mala calidad del agua por contaminación y es inaudito que cuando queremos bajar a bañarnos a Pance tengamos que solicitar a los porteros de las unidades residenciales las llaves de la reja que impide el acceso al ciudadano, siendo que el río es de todos”, dijeron los esposos Enrique Peña y Martha Lucía Palacios.   

Y fue precisamente la cadena de una de las rejas que los constructores instalaron para impedir el acceso de los ciudadanos al río, la que el alcalde y su comitiva reventaron para colocar en su lugar un candado de la municipalidad, significando que a partir de ahora esta zona es jurídicamente protegida y cualquier violación a este símbolo acarreará acciones legales en contra de la constructora.

“Lo felicito Alcalde, Usted ha sido el único que le ha puesto el pecho a este problema. Me cansé de rogarles a los alcaldes anteriores que vinieran a parar esta masacre ambiental y nunca lo hicieron. Usted en un mes hizo lo que no pudieron otros en ocho años”, dijo el ambientalista Ricardo Rincón, residente en la comuna 22, quien ha venido denunciando la tala de cerca de 500 árboles centenarios de tres metros de diámetro y 60 metros de altura para construir carreteras, así como la muerte y depredación de zarigüeyas, ardillas, iguanas, guatines y otras especies.

cali.gov.co