El estado mexicano de Baja California Sur, en el noroeste del país, ha empezado a recibir las cerca de 3.000 ballenas que cada año visitan la región en estas fechas para refugiarse en sus aguas antes de poner rumbo hacia el norte, informó este martes la Secretaría de Turismo, Economía y Sustentabilidad estatal.
En un recorrido de 22.000 kilómetros desde el Ártico, decenas de ballenas descansan en la península de Baja California Sur, en esta temporada que comienza habitualmente en enero y se alarga hasta el 15 de abril.
Cada año, el estado mexicano recibe a cerca de 3.000 de estos ejemplares, y más de 1.500 nacen en sus aguas. Estos animales son de la familia de los balénidos y se clasifican en cuatro especies que miden entre 25 y 32 metros y pesan hasta 180 toneladas, llegando a vivir unos 80 años.
La actividad de avistamiento de ballenas se inició en Baja California Sur con la ballena gris, puntualizó Héctor Pérez Cortés, subdelegado de Gestión Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en el estado.
Estos cetáceos habitan en todos los océanos migrando desde los mares fríos a los más cálidos, siendo este viaje uno de los más importantes de su ciclo biológico para sobrevivir.
Expertas viajeras
“Además de ser de los animales más grandes que existen, las ballenas son expertas viajeras, llevan más de 60 millones de años recorriendo los océanos del planeta”, precisó la institución en un boletín.
Entre estos cetáceos destacan las ballenas grises, conocidas como “ballenas mexicanas”, la ballena azul que se encuentra sujeta a protección en México y las ballenas jorobadas, que se alimentan de 1.500 kilos de pequeños crustáceos al día, gracias a los pliegues de su garganta.
Uno de los comportamientos más interesantes es su “canto” y, con el paso de los años, científicos han descubierto que estos mamíferos producen sonidos que duran de 10 a 20 minutos. Estos permiten facilitar su localización.
Las ballenas comienzan su ruta desde el Ártico, continúa su recorrido a través de las costas de Alaska, pasando por Canadá, el norte de Estados Unidos y California, hasta llegar a México. EFEverde