• Carrie Taylor fue la primera opción de Landon Donovan como asistente
  • Dirigen al San Diego Loyal en la temporada de su estreno en la USL
  • Hablamos con Taylor y a su asesora principal, Shannon MacMillan

Carrie Taylor fue despedida de su empleo como directora de un club juvenil en una cafetería de Starbucks de la zona de San Diego un domingo. Al día siguiente estaba sentada en un sofá charlando con Landon Donovan.

En marzo de 2017, Taylor formaba parte de una comisión creada para ayudar a traer un equipo de la Major League Soccer a la ciudad de San Diego, y coincidió que Donovan también. Aunque al final no se consiguió, aquel encuentro casual acabaría cambiando la vida de Taylor.

Cuando Donovan, vicepresidente y entrenador, se puso a confeccionar el primer cuerpo técnico de la historia del San Diego Loyal, no optó por recurrir a sus muchos excompañeros de equipo o entrenadores, como es habitual, sino que llamó a Taylor. La experiencia que ambos compartieron en la candidatura de San Diego por estar en la MLS había creado confianza y una verdadera amistad. “Para mí es como un hermano”.

Taylor es la primera entrenadora de todo el fútbol profesional masculino de Estados Unidos, y está teniendo una contribución fundamental en este inicio del San Diego Loyal en la United Soccer League (la segunda categoría del fútbol estadounidense), como equipo recién incorporado a la liga ampliada en 2020.

San Diego Loyal@SanDiegoLoyal

«Carrie is irreplaceable to me.»

Manager Landon Donovan details the incredible value assistant coach @CT_SDLoyal brings to Team 1.#InternationalWomensDay4523:26 – 8 mar. 2020Información y privacidad de Twitter AdsVer los otros Tweets de San Diego Loyal

Atender al curriculum y no al género

“Quiero que me vean como una entrenadora, sin darle necesariamente importancia al hecho de ser mujer”, explica Taylor a FIFA.com. “Entiendo que es algo nuevo y está empezando a darse en otros deportes profesionales, así que me siento orgullosa de nuestra entidad por haberse anticipado al futuro. Landon es una persona de ideas muy avanzadas, y estoy muy agradecida por tener esta oportunidad”, añade.

“Para mí este trabajo es una meta. Espero que propicie que otras personas que están en situación de contratar gente al menos se fijen algo más en los currículos de quienes no son hombres: que los examinen y tomen una decisión según lo que mejor se adapte a su entidad. Los hombres siempre han podido entrenar a las mujeres, ¿por qué no van a poder las mujeres entrenar a los hombres?”.

“Es fantástico que Landon haya querido ser pionero contratando a una entrenadora, y es posible que otros hagan lo mismo. Tengo que demostrar mi valía como técnica, estar a la altura, y creo que lo estoy haciendo. Estoy entregándome a fondo para conseguir que tengamos el mejor equipo posible”.

Entrenando en tiempos del Coronavirus

En plena crisis del COVID-19, Taylor dedica la mayor parte de su tiempo a comunicarse con los jugadores. Les envía vídeos adaptados individualmente para que los estudien y se mantengan ocupados. “Lo que estamos haciendo ahora es trabajar para que los muchachos estén bien”.

Taylor aporta al club todos los conocimientos y la experiencia que ha acumulado desde que empezó a jugar al fútbol en la Universidad de Michigan, a principios de los años 90, cuando las jugadoras de las categorías universitarias tenían que encargarse de todo, desde los viajes hasta la planificación y otros aspectos de la logística.

“Me gusta todo lo que hay antes de un partido, poder analizar la situación y reunir a un grupo de personas para ejecutar un plan de juego, y esa gran sensación que se tiene cuando sale bien. Defender como es debido cuando hay que hacerlo o presionar para recuperar el balón cuando se pierde. Es impresionante ver cómo se plasma luego en la práctica”, señala.

“Yo he practicado deportes de equipo toda la vida, y lo que más me gusta de entrenar es la camaradería que existe y ver cómo un grupo de personas brillan juntas. Quiero ganar, soy competitiva, pero incluso cuando se empata o se pierde, si el equipo lo ha dado todo y ha intentado seguir las instrucciones, eso también habrá sido un éxito”.

San Diego Loyal celebrate club launch
© Others

Predicar con el ejemplo

Taylor es una de las seis técnicas que hay en el equipo. Una de sus compañeras es la exdelantera internacional estadounidense Shannon MacMillan (arriba a la izquierda), quien desempeña distintas funciones en el club, desde ser asesora principal de Donovan y su cuerpo técnico hasta relacionarse con los clubes de categorías inferiores de la zona, además de trabajar en el equipo de comunicaciones.

“Estamos aprovechando esta pausa [la pandemia de COVID-19] como algo positivo para analizar todo lo que hemos hecho hasta ahora y fijarnos en dónde podemos mejorar”, nos cuenta MacMillan. “Nuestra cultura se basa en no ser demasiado grandes como para hacer las cosas pequeñas, consiste en aprovechar las oportunidades. Jugar no es un derecho en absoluto, es un privilegio, y hay que esforzarse. Hay que estar siempre abiertos a progresar y a aprender. Lo importante es el trabajo en equipo y acertar en los pequeños detalles”, cuenta.

MacMillan es otro ejemplo de alguien que aporta una experiencia y unos conocimientos valiosísimos a un club que está dando sus primeros pasos en el mundo. Triunfó durante doce años en la selección absoluta de Estados Unidos, con un registro de 60 goles en 176 internacionalidades, y su nombre fue incluido en el Salón de la Fama del fútbol estadounidense en 2016.

Shannon McMillan #8 of the San Diego Spirit and Sissi #10 of the bay Area Cyberrays 
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Pasar de la excepcionalidad a la normalidad

“Es solo cuestión de tiempo [que una mujer llegue a ser entrenadora principal de un equipo masculino de primera división]. Más clubes van a ir adoptando la mentalidad de organizar un equipo sólido, basado en gente que tenga experiencia y conocimientos, y que también sea capaz de transmitirlos y compartirlos, y servir de inspiración. Creo que seguramente es cuestión de tiempo”.

“Yo quiero que se haga bien y que no sea una oportunidad simbólica que pase de lado y que nadie vuelva a pensar en ella nunca. Tiene que contar con el apoyo adecuado, y eso es algo que yo noto en el Loyal, sin duda. Espero llegar a verlo. Cuando están conmigo, [los jugadores] tienen mucho interés por escuchar mi opinión. Muestran muchísimo respeto, y creo que es gracias a la cultura que se ha implantado desde el principio”.

Tras hablar con Taylor y MacMillan, no cabe duda de que estamos solo ante el principio de su historia en el San Diego Loyal.

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