La crisis de COVID-19 es una última llamada de atención para una ya “insana” Fórmula Uno que corre el riesgo de perder equipos a menos que se hagan cambios drásticos, advirtió este miércoles el director del equipo McLaren, Andreas Seidl.
Haciéndose eco de unas declaraciones de su jefe Zak Brown, quien advirtió a principios de este mes que hasta cuatro de los 10 equipos podrían desaparecer si la situación no se manejaba correctamente, Seidl dejó claro que no había alarmismo.
“No es sólo el miedo, creo que es la realidad”, dijo a los periodistas en una videoconferencia. “Hay un gran riesgo de que podamos perder equipos a través de esta crisis”.
“Creo que la crisis en la que estamos ahora es, digamos, la última llamada de atención, el deporte que antes no era saludable y no era sostenible ha llegado a un punto en el que necesitamos grandes cambios, cambios drásticos”.
“No veo ninguna señal de que la Fórmula Uno no existirá en el próximo año”, añadió. “El mayor riesgo que veo es que perderemos equipos si no tomamos medidas decisivas ahora.”
McLaren es uno de los cinco equipos con sede en Gran Bretaña que ha aplicado un ERTE a su personal en respuesta a una pandemia mundial que ha paralizado la temporada. Al respecto Seidl dijo que McLaren, en cuyo grupo se incluye el fabricante de automóviles deportivos, simplemente estaba haciendo lo necesario para superar la crisis.
La carrera inaugural en Australia el 15 de marzo fue cancelada después de que un miembro del equipo de McLaren diera positivo por el Covid-19 en Melbourne, y las nueves primeras carreras han sido ya oficialmente canceladas o pospuestas y la décima en Francia correrá la misma suerte.
Los equipos de Fórmula Uno dependen en parte de los ingresos del deporte, que provienen en su mayoría de los acuerdos de teledifusión, el cánon de los anfitriones de las carreras y el patrocinio.
Los responsables de la F1 esperan comenzar en el verano europeo y apunta a un calendario de entre 15 y 18 carreras, posiblemente a puerta cerrada y potencialmente en el año nuevo.
“Es importante tomar ahora grandes decisiones, para dar otro gran paso en términos del nivel del tope presupuestario del futuro”, dijo Seidl.
“Creemos que es absolutamente importante ahora con todas las pérdidas financieras que enfrentaremos este año, cuya magnitud aún se desconoce”.
Los equipos han acordado un tope presupuestario de 150 millones de dólares para 2021, todavía muy por encima de lo que algunos equipos más pequeños gastan pero significativamente menos que Mercedes, Ferrari o Red Bull.
Hay una fuerte corriente para una reducción a 100 millones de dólares, una cifra que Seidl dijo que aún permitiría a los equipos de Fórmula Uno producir el coche más rápido del planeta.
“Creo que 100 millones de dólares es una buena cifra para dirigir un equipo de Fórmula Uno de la manera en que queremos ver la Fórmula Uno”, añadió.
Ferrari, que al igual que Mercedes vende sus motores a otros equipos, son reacios a ir tan lejos y quieren que el tope refleje la inversión que tienen que hacer.
La Fórmula Uno ya ha tomado otras medidas para ayudar a los equipos a pasar el año 2020, posponiendo importantes cambios en las reglas del 2021 al 2022 con equipos que usarán los mismos monoplazas el próximo año.
Los equipos están actualmente en un obligatorio cierre de fábricas, con el receso de agosto adelantado a ahora para permitir la máxima flexibilidad para la reprogramación del calendario.
mundodeportivo.com