La recuperación tras la crisis del COVID-19 debe basarse en una economía neutra en carbono, más resiliente, inclusiva y justa, según las conclusiones del XI Diálogo de Petersberg, en el que intervino la vicepresidenta cuarta del Gobierno, Teresa Ribera.
La también ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico fue la encargada de abrir este encuentro que por primera vez se ha hecho de manera virtual y en el que durante los dos últimos días han participado 30 ministros de todo el mundo.
Impulso a la agenda climática mundial
El IX Diálogo de Petersberg está organizado por el gobierno alemán y su objetivo es dar impulso a la agenda climática internacional.
Junto con la vicepresidenta española, en el encuentro participaron el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres; la canciller alemana, Angela Merkel, y el secretario de estado de exteriores británico, Dominic Raab, además de la directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Valvanera Ulargui.
Según ha informado el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) los participantes han coincidido en que la respuesta a la crisis del COVID-19 y a la crisis climática pasa por recuperar la economía “poniendo a las personas y a la naturaleza en el centro”.
También han destacado que 2020 es el año marcado en el Acuerdo de París para revisar los planes nacionales de lucha contra el cambio climático y presentar las estrategias a largo plazo, dos instrumentos clave para lograr el objetivo de que la temperatura media del planeta no aumente más de 1,5ºC.
Además, los ministros han subrayado la necesidad de cooperar y ayudar a los mas vulnerables, han destacado el protagonismo que han ganado las soluciones basadas en la naturaleza y han recalcado la necesidad de que la recuperación económica mantenga los compromisos con la Agenda 2030, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París.
“En esta cita se ha puesto de manifiesto que la comunidad del clima no renuncia a su agenda”, ha destacado Teresa Ribera y ha destacado el llamamiento a que la integración de la transición ecológica en los planes de recuperación tras la crisis del COVID-19 sea “coherente con los objetivos climáticos, la protección de la naturaleza y la justicia social”.
La ministra fue la encargada de de abrir el primer encuentro con actores no estatales y la sociedad civil que se produce en el Diálogo de Petersberg y que trató sobre las oportunidades de la descarbonización en sectores como la energía y el transporte a la hora de relanzar la economía, una vez superada la crisis del COVID-19.
Hacia un futuro más sostenible y con más empleo
Para Ribera, las soluciones energéticas dirigidas a la ampliación de la energía renovable, la reducción de la contaminación del aire y la electrificación de la movilidad representan una opción de inversión “estratégica segura y visionaria”, nos acercan a “un futuro sostenible” e irán acompañadas de oportunidades de empleo.
LA vicepresidenta hizo un llamamiento a no olvidar los riesgos medioambientales a la hora de diseñar el nuevo mapa económico y para las personas tras el COVID-19, así como de invertir “bien”, en clima y en biodiversidad de cara a las generaciones futuras.
En su opinión, las respuestas a la crisis sanitaria y a la crisis climática deben basarse en la ciencia, la cooperación y la solidaridad.
El debate estuvo liderado por los llamados Campeones de Alto Nivel de la Agenda de Acción Global, el chileno Gonzalo Muñoz y el británico Nigel Topping, además del presidente designado de la 26ª Conferencia de las Partes de la Convención de Lucha contra el Cambio Climático (COP26), el británicoAlok Sharma.
Entre las conclusiones del encuentro figura la necesidad de colaborar y fijar medidas de apoyo y estimulo que aceleren la transformación de los sectores de la energía y el transporte por carretera, con enormes beneficios en términos de creación de riqueza, empleo y mejora de la salud. EFEverde