Los buzos de la Guarda Costiera italiana han liberado a un cachalote que se encontraba enredado entre redes de pesca en aguas cercanas a la costa de Sicilia, frente a las islas Eolias. Varios metros de redes atrapaban la cola del animal, bautizado como Spike, cuando los buzos del servicio de salvamento marítimo de Lipari, Italia, se sumergieron para liberarlo.

La ONG Filicudi Wildlife Conservation fue quien alertó a los servicios de rescate, que tras dos horas de trabajo pudieron desenredar la maraña de redes que impedían moverse al animal. Al ser liberado, el cachalote nadó hacia su manada, donde había «otros tres cachalotes no muy lejos esperándolo. Fue hermoso: estábamos trabajando para liberarlo y estaban esperando que los alcanzara», afirma Mónica Blasi, bióloga y presidenta de Filicudi Wildlife Conservation en declaraciones a un medio local.

Los biólogos de Filicudi Wildlife Conservation se encontraban monitoreando las aguas de las islas Eolias cuando vieron al cachalote con su cola prácticamente inmovilizada. Tras varios intentos para ayudarlo, vieron que el enredo era mayor de lo que esperaban. «No pudimos liberarlo sin ayuda: llamamos a la Guardia Costera de Lipari y posteriormente a Lipari Diving con buzos expertos que nos ayudaron con cuchillos pequeños, para cortar la red sin lastimar al animal», declara Blasi en el mismo medio. 

«Estaba fatigado y la cola tenía las marcas de las redes», afirma Blasi. Durante las dos horas de rescate, el animal aprovechó para respirar en intervalos cortos, lo que según los expertos se debe probablemente a que el peso del aparejo lo había mantenido bajo el agua durante mucho tiempo, sin permitirle salir a por aire.

Las redes que provocaron el incidente son artes de pesca ilegales utilizadas para la captura del pez espada y el atún,  según informa la organización. Estas redes fantasma son como muros que arrasan a su paso la biodiversidad de las aguas sicilianas de esta época del año: desde los organismos marinos a los más grandes, estos aparejos matan cada año a miles de animales.

A pesar de ser ilegales, muchos pescadores continúan utilizándolas, las dejan caer de noche y las recogen por la mañana y , en muchas ocasiones, también quedan a la deriva como “redes fantasma”. A pesar de su gran biodiversidad, estas aguas aun no representan una zona protegida y la sobrepesca amenaza a muchas de las especies que habitan en ellas.

Tras el recate, la bióloga logró tomar algunas fotografías de cuatro ballenas nadando en aguas cercanas y esperan confirmar que se trate de la misma manada, lo que indicaría que el cachalote rescatado se encuentra en perfecto estado. Sin embargo, Blasi hace hincapié en que otros no corren la misma suerte y que «se necesitan reglas más estrictas para aquellos que usan estas redes, o si no otros Spikes quedarán atrapados, arriesgando sus vidas».

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