In rimonta, con il cuore e con la qualità, con la gamba che ha contraddistinto queste ultime prestazioni: il Milan a San Siro si regala una grandissima notte, battendo 4-2 la Juventus capolista, risalendo dallo 0-2 di inizio ripresa. Una meravigliosa prestazione di un grande gruppo, sempre più convinto dei propri mezzi. Una rimonta vertiginosa, tre gol in cinque minuti: dopo le reti di Rabiot e Cristiano Ronaldo, per lo 0-2 ospite in apertura di secondo tempo, si destano i rossoneri di Pioli. Ibra su rigore al 62′, Kessie per il pareggio al 65′, Leão con il punto del vantaggio al 67′ e ciliegina sulla torta di Ante Rebić all’80′. Pregevole la reazione, frutto dell’attitudine a non mollare mai, a non lasciar sfuggire una partita così, nonostante il doppio svantaggio. «Per la mia rabbia enorme mi servono giganti», cantava Guccini. E al cospetto della formazione di Sarri, capolista del campionato, il Milan si scatena, di rabbia e di entusiasmo, e si regala la quarta vittoria nelle ultime cinque partite, mietendo la terza vittima eccellente, dopo Roma e Lazio. Ora, al termine di questo ciclo terribile, i rossoneri sono attesi al San Paolo di Napoli, domenica 12 luglio alle 21.45. Per non fermarsi più.
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En el regreso, con corazón y calidad, con la pierna que ha marcado estas últimas actuaciones: Milán en San Siro recibe una gran noche, venciendo a los líderes de la Juventus 4-2, reaccionando de 0-2 al comienzo de la segunda mitad.
Una actuación maravillosa de un gran grupo, cada vez más convencido de sus medios. Un regreso vertiginoso, tres goles en cinco minutos: después de los goles de Rabiot y Cristiano Ronaldo, para el invitado 0-2 en la apertura de la segunda mitad, los Rossoneri de Pioli despiertan.
Ibra en el penal en el minuto 62, Kessie por el empate en el minuto 65, Leão con el punto de ventaja en el minuto 67 y la guinda del pastel de Ante Rebić en el minuto 80. La reacción es valiosa, el resultado de la actitud de nunca rendirse, de no perderse ese juego, a pesar de la doble desventaja. «Para mi enorme ira, necesito gigantes», cantó Guccini. Y ante la formación de Sarri, líderes de la liga, el Milan se desató, con ira y entusiasmo, y se dio la cuarta victoria en los últimos cinco juegos, cosechando la tercera excelente víctima, después de Roma y Lazio. Ahora, al final de este terrible ciclo, se espera que los rossoneri se encuentren en San Paolo en Nápoles el domingo 12 de julio a las 9:45 p.m. Para nunca parar.