Después de cinco meses sin competencia, la Ruta de Occitania reabrió el panorama competitivo para Miguel Ángel López, quien encontró en territorio galo las primeras señales competitivas de cara al Tour de Francia, objetivo principal de la temporada.
López fue uno de los protagonistas principales en el cierre del evento, propiciando un ataque junto al español Omar Fraile, quien sobre el término de la fracción buscó la victoria ayudado por el colombiano, jefe de filas del Astana para la próxima edición del Tour de Francia.
“La carrera estuvo bien, fue un día con mejores sensaciones. Al final hicimos un buen intento en la llegada a falta de tres kilómetros, probamos con Omar a rueda para que él tuviera chance de ganar la etapa y lo cogieron a falta de 500 metros. Nos sentimos bien”, dijo el boyacense de 26 años, podio y ganador de etapa en la pasada edición de la Vuelta a Algarve.
“Lo importante es que las piernas iban bien, fue un día exigente, pero las cosas van bien y por buen camino de cara a lo que viene”, afirmó el escalador, que tras su presentación en Occitania acumula nueve días de competencia y 1491 kilómetros recorridos.
Una vez finalizada la competencia en el sur francés, López se desplazó con el staff hacia Provenza para afrontar la exigente Mont Ventoux Dénivelé Challenge, carrera de categoría 1.1 que contará en la línea de partida con varios de los mejores escaladores del mundo, entre ellos los colombianos Nairo Quintana, Winner Anacona y Dáyer Quintana (Arkea Samsic); Camilo Ardila y Cristian Muñoz (UAE Team Emirates); Jhojan García (Caja Rural), Hernando Bohórquez y Harold Tejada, escuderos de Miguel Ángel en la escuadra kazaja.
La carrera tendrá más de 4000 metros de desnivel positivo en 180 kilómetros que partirán desde Vaison-la-Romaine con doble ascensión al mítico puerto de la región de Provenza.
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