El Congreso chileno ha aprobado un Estatuto Antártico orientado a la protección y el fortalecimiento de los derechos soberanos del país en el continente blanco, así como a la protección y el cuidado de sus ecosistemas.
El texto, que comenzó su tramitación en 2014, concluyó este martes su curso parlamentario, sólo pocos días después de que en Argentina avanzara en el Congreso una iniciativa que propone demarcar el límite exterior de su plataforma continental más allá de las 200 millas desde el territorio continental.
Este proyecto de ley argentino, que ya fue aprobado por el Senado hizo sonar las alarmas en Chile, por considerar que la medida supone que el país vecino se suma parte de los mares australes y de la Antártida.
Un sector de la Isla Livingston, en la Antártida, importante regulador del clima del planeta capaz de influir en fenómenos que se producen en zonas lejanas. EFE/Julia Talarn
“Chile es la puerta de entrada a la Antártida y esta ley viene además en un momento muy oportuno porque reafirma nuestra soberanía en esta región tan importante para Chile y para el mundo”, dijo el canciller chileno, Andrés Allamand, en una declaración pública, sin referirse en concreto al proyecto argentino.
El Estatuto
El Estatuto aprobado por Chile precisa que “forman el territorio chileno antártico todas las tierras, islas, islotes, arrecifes, glaciares (pack-ice) y demás, conocidos y por conocer, existentes dentro de los límites del casquete constituido por los meridianos 53º longitud Oeste de Greenwich y 90º longitud Oeste de Greenwich”, informó la Cámara de Diputados.
Además, estipula que “forman parte del territorio chileno antártico las barreras de hielo, el mar territorial, la zona contigua, la zona económica exclusiva, la plataforma continental, la plataforma continental extendida y todos los espacios marítimos que le correspondan de conformidad con el Derecho Internacional”, según la misma fuente.
Declara también que los derechos soberanos sobre dicho territorio se ejercerán con pleno respeto a las normas del derecho internacional y en el marco del Sistema del Tratado Antártico de 1959.
Asimismo, establece normas especiales para actividades científicas; artísticas, culturales y deportivas; turísticas y actividades pesqueras y otras actividades de captura de recursos vivos marinos antárticos; y se regula la protección y conservación del medio ambiente antártico.
La iniciativa argentina no modifica la soberanía chilena
El ministro de Defensa chileno, Mario Desbordes, quien asistió al debate, dijo a la prensa que con este Estatuto Chile ratifica su “reclamación soberana” respecto al territorio chileno antártico.
Además, apuntó que la iniciativa argentina no modifica en nada la soberanía chilena.
“Nosotros tenemos soberanía, existe el territorio antártico chileno y por lo tanto a Chile esa declaración (de Argentina) no lo obliga en nada ni modifica una coma”, expresó Desbordes.
El ministro recordó que la reclamación chilena sobre parte del territorio antártico se hizo ya en la década del 40 del siglo pasado, y que Chile es uno de los primeros suscriptores del Tratado Antártico.
A pesar de que Chile fue uno de los primeros firmantes del Tratado Antártico, hasta la aprobación este martes de este Estatuto no existía ningún texto que armonizara las normativas chilenas con la legislación internacional y regulara la presencia y la soberanía del país en el continente blanco. EFEverde