Hoy, aunque el número de países afectados por el terrorismo va en aumento, la mayoría de las víctimas se concentra en un pequeño grupo de Estados Miembros.

Ante este escenario, las víctimas del terrorismo luchan para que se escuchen sus voces, se apoyen sus necesidades y se respeten sus derechos. Sin embargo, a menudo se sienten olvidadas y abandonadas una vez que se atienden sus necesidades inmediatas. Esta situación, sumada a los pocos recursos de los Estados Miembros y su capacidad para satisfacer las necesidades a medio y largo plazo, no contribuyen a lograr su total rehabilitación. Para lograrla, se necesita un apoyo multidimensional a largo plazo que incluya medidas físicas, psicológicas, sociales y financieras, elementos indispensables para su total y plena integración a la sociedad.

La responsabilidad principal de apoyar a las víctimas del terrorismo y defender sus derechos recae en los Estados Miembros. Las Naciones Unidas tienen un papel importante en el apoyo a los Estados Miembros para implementar los Pilares I y IV de la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo a través de la solidaridad y el apoyo a las víctimas, el desarrollo de capacidades, el establecimiento de redes y el apoyo a la sociedad civil, en particular a las asociaciones de víctimas del terrorismo, así como a alentar a los Estados miembros a promover, proteger y respetar los derechos de las víctimas. Ante este reto, las Naciones Unidas han estado trabajando para proporcionar recursos, movilizar a la comunidad internacional y abordar mejor las necesidades de las víctimas del terrorismo.

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Antecedentes

La Asamblea General, en su resolución 72/165 (2017), decide proclamar el 21 de agosto Día Internacional de Conmemoración y Homenaje a las Víctimas del Terrorismo, a fin de honrar y apoyar a las víctimas y los supervivientes del terrorismo y promover y proteger el goce pleno de sus derechos humanos y libertades fundamentales.

Dicha resolución representa los esfuerzos constantes de la Asamblea General, la Comisión de los Derechos Humanos y el Consejo de Derechos Humanos para promover y proteger los derechos de las víctimas del terrorismo.

Al proclamar un Día Internacional dedicado a las víctimas del terrorismo, la Asamblea General reconoce que la promoción y la protección de los derechos humanos y el estado de derecho en el ámbito nacional y los niveles internacionales son esenciales para prevenir y combatir el terrorismo.

La Estrategia global de las Naciones Unidas contra el terrorismo, aprobada por la Asamblea General el 8 de septiembre de 2006, señala que la deshumanización de las víctimas del terrorismo en todas sus formas y manifestaciones genera un ambiente propicio para la propagación del terrorismo. Seguir fortaleciendo y aprovechando al máximo la capacidad de las Naciones Unidas en ámbitos como la prevención de conflictos, la negociación, la mediación, y el mantenimiento y la consolidación de la paz, es la forma más eficaz de luchar contra el terrorismo y respetar la dignidad humana y defender el estado de derecho.

La Asamblea General, en sus resoluciones A/RES/66/282A/RES/68/276 y A/RES/72/284 que se establecieron como resultado del Examen de la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo, destaca el importante papel de las víctimas en la lucha contra el terrorismo y la prevención del extremismo violento, a la vez que reconocen y defienden sus derechos humanos.

La resolución de la sexta revisión (A/RES/72/284) señala particularmente que desarrollar la resiliencia de las víctimas y sus familias, a través de la provisión de apoyo y asistencia adecuados inmediatamente después de un ataque y a largo plazo, es un gran paso adelante para reconocer que las víctimas que son resistentes son menos vulnerables a los impactos del terrorismo y pueden hacer frente, sanar y recuperarse más rápidamente después de un ataque.

La resolución de la Asamblea General sobre la mejora de la cooperación internacional para ayudar a las víctimas del terrorismo (A/73/305) reconoce específicamente este hecho, es decir, la importancia de que las víctimas se recuperen en pro de una cohesión social de la sociedad. Además, pide a los Estados Miembros que establezcan planes nacionales de asistencia para las víctimas que aborden sus necesidades de socorro y rehabilitación a largo plazo y tengan en cuenta una perspectiva de género.

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