La Organización Meteorológica Mundial verificará una lectura de temperatura de 54,4 ° C (130 ° F), registrada en Death Valley, California, el 16 de agosto en medio de una intensa y extensa ola de calor en la costa oeste de los Estados Unidos. Si se valida, sería la temperatura más alta en la Tierra desde 1931 y la tercera temperatura más caliente jamás registrada en el planeta.
Todos los indicios hasta ahora apuntan a que se trata de una observación legítima. El equipo de la estación meteorológica Furnace Creek es mantenido regularmente por el Servicio Meteorológico Nacional en Las Vegas. Los hallazgos preliminares indican que estaba en buenas condiciones de funcionamiento en el momento de la observación.
La OMM reunirá ahora un equipo internacional de científicos atmosféricos para examinar cuidadosamente la observación (incluidos el equipo y las prácticas de observación) para su Archivo de Climas y Climas Extremos.
Para verificar un nuevo registro de temperatura, el comité de expertos debe examinar la observación, el equipo, las prácticas de calibración y observación, su correspondencia con las estaciones circundantes, etc.
“Estas investigaciones son bastante detalladas y llevan tiempo, por lo que es probable que no haya una evaluación completa completa durante muchos meses, aunque en este momento, según la evidencia disponible, estamos aceptando preliminarmente la observación (pendiente de completar un examen completo ”, Dijo Randall Cerveny, relator de la OMM sobre los fenómenos meteorológicos y climáticos extremos.
HeatwaveUS heat, agosto de 2020
“Estamos en medio de un evento de calor extremo de larga duración. Otra carrera a 130 ° F + temperaturas en Death Valley sigue siendo posible ”, tuiteó NWS Las Vegas.
Las abrasadoras condiciones se producen en medio de una ola de calor en la costa oeste de Estados Unidos, con muchos nuevos récords de temperatura. Más de 56 millones de estadounidenses están bajo algún tipo de alerta de calor.
El Servicio Meteorológico Nacional advirtió que el calor sofocante continuará su control en la parte occidental de los Estados Unidos, con temperaturas generalizadas en los 100 grados, con 110 grados y 120 grados (de 30 ° C a 40 ° C) en el suroeste del desierto. Continúan las amenazas climáticas críticas de incendios, con tormentas eléctricas y vientos racheados.
La ola de calor ha provocado una enorme presión sobre los servicios públicos de energía.
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