Los centros comunitarios están ubicados en los municipios de Ayapel, San Marcos y San Benito Abad del departamento de Sucre y benefician a más de 600 personas de El Torno, Cuenca, Venecia, Seheve, El Cuchillo, Corea, Cecilia, El Chinchorro, Pasifueres y Las Chispas. Son soluciones basadas en la naturaleza y el clima.

Bogotá, 1 de septiembre de 2020. -MADS-. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible  junto con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a través de su proyecto “Reducción del riesgo y de la vulnerabilidad frente a los efectos del cambio climático en la región de La Mojana”, construyó diez centros comunitarios que beneficiarán a más de 600 personas de los municipios de Ayapel, San Marcos y San Benito Abad, en el departamento de Sucre, para reducir su vulnerabilidad a las condiciones extremas climáticas en este territorio.

Los centros comunitarios son construcciones adaptadas a las condiciones climáticas propias de la subregión de La Mojana, y diseñados con estándares de sostenibilidad que funcionan además como refugio para las comunidades en caso de inundación, o como resguardo durante olas de calor y tiempos de sequía extrema, o sencillamente son espacios de reunión y actividades pedagógicas y sociales de la comunidad. 

Estas construcciones fueron realizadas con materiales propios de la región, con el fin de que la población local los pueda a su vez replicar dentro y fuera del área del proyecto.

“Estos centros son de gran beneficio para las comunidades y estamos muy agradecidos pues en caso de inundaciones, este lugar será el albergue de muchas familias”, aseguró Evaristo Miranda, líder de la comunidad de Venecia. 

Para su construcción se realizaron consultas locales, trabajos con autoridades municipales e instituciones regionales, con estudios que identificaron los predios idóneos que respondieran a las necesidades de cada comunidad, y de esta forma, lograr reducir su vulnerabilidad a los eventos extremos como inundaciones y sequías producidas por los efectos del cambio climático. Es decir, adaptación basada en las comunidades y en el ecosistema de la región. 

“Los centros comunitarios hacen parte de una estrategia integral de adaptación al cambio climático que genera beneficios para la cohesión social y que replica conocimientos y patrimonios propios de la región de La Mojana. Dentro de este trabajo, resalto el gran compromiso de las comunidades quienes serán los principales beneficiados con estos centros, adaptados a sus propias necesidades y a la variabilidad del clima, es decir, soluciones basadas en la Naturaleza”, resaltó el Ministro de Ambiente Ricardo Lozano.

Un aspecto importante a destacar en la construcción de estos centros es la aplicación de arquitectura vernácula, un concepto que respeta los saberes ancestrales de los habitantes e involucra procesos, materiales y conocimientos propios de la región. 

Esto, permite responder de forma más efectiva a los cambios climáticos, sociales y ambientales del área del proyecto e implica consideraciones técnicas sostenibles y amigables con el medio socioeconómico y cultural. 

“En el trabajo con las comunidades se propuso un diseño de vivienda y centro comunitario que además de incorporar criterios de adaptación al cambio climático y la variabilidad climática, contara con la participación activa de las familias vinculadas al proyecto, valorando su opinión y conocimientos sobre el mejor tipo de arquitectura compatible con su entorno natural y tradicional, logrando así la construcción de tres viviendas y diez centros comunitarios adaptados”, afirmó Jimena Puyana, gerente del área de Ambiente y Desarrollo Sostenible del PNUD.

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