El aire  

Impacto en la salud

Existen pequeñas partículas invisibles de contaminación que penetran en nuestros pulmones, nuestra sangre y nuestros cuerpos. Estos pequeños contaminantes son los responsables de aproximadamente un tercio de las muertes por accidente cerebrovascular, enfermedad respiratoria crónica y cáncer de pulmón, así como de una cuarta parte de las muertes por ataque cardíaco. El ozono troposférico, producido por la interacción de muchos contaminantes diferentes en la luz solar, es también causante de enfermedades como el asma y enfermedades respiratorias crónicas.

Impacto en el clima

Los contaminantes climáticos de corta duración (SLCP) se encuentran entre los contaminantes más relacionados con los efectos sobre la salud y el calentamiento del planeta a corto plazo. Pueden permanecer en la atmósfera por tan solo unos pocos días o hasta algunas décadas, por lo que reducirlos puede tener beneficios casi inmediatos para la salud y el clima para quienes viven en lugares donde los niveles caen.

Prevención y reducción de la contaminación atmosférica para mejorar la calidad del aire a nivel mundial

La contaminación atmosférica es el mayor riesgo ambiental para la salud humana y una de las principales causas evitables de muertes y enfermedades en todo el mundo, responsable de aproximadamente 6,5 millones de muertes prematuras en todo el mundo (en 2016) atribuidas a la contaminación atmosférica en interiores y al aire libre. En los países en desarrollo, este tipo de contaminación afecta de manera desproporcionada a las mujeres, los niños y los ancianos, y en particular a las poblaciones de bajos ingresos que a menudo están expuestas a altos niveles de contaminación del aire en interiores y en espacios abiertos resultante de los métodos de cocina y calefacción que utilizan leña y queroseno.

La contaminación atmosférica es un problema mundial que tiene repercusiones de largo alcance debido a su vasta propagación, y porque, si no se produce una intervención agresiva, el número de muertes causadas por la contaminación del aire en espacios abiertos va camino de aumentar en más de un 50 por ciento antes de 2050.

La sociedad tiene que soportar los elevados costos de esta contaminación ya que tiene impacto negativo sobre la economía, la productividad laboral, los costos de atención sanitaria y el turismo, entre otros. Por tanto, no podemos subestimar los beneficios que supondría invertir en el control de dicha contaminación y que existe también una justificación económica para actuar y disponemos de soluciones eficaces en función de los costos para hacer frente a la contaminación atmosférica.

La mala calidad del aire plantea un problema en el contexto del desarrollo sostenible para todos los países, en particular en las ciudades y las zonas urbanas de los países en desarrollo, donde los niveles de contaminación atmosférica son superiores a los límites establecidos en las directrices sobre calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud

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