“No perdamos nunca la fe”, decía la campaña que lanzó el Club y por la que se ha adoptado el nombre de Fe para este partido. Nunca mejor dicho. El Getafe hizo todo y más para sumar la victoria ante el Barcelona. Hay días en los que todo sale de cara, y fue precisamente este. Con seis minutos de añadido llegó el momento de sufrir. Los culés pudieron empatar, con un tiro de Messi primero, y un balón que se estrelló en el larguero cuando el partido agonizaba.
Un duelo que transcurría con pocas ocasiones se aceleró al comienzo de la segunda mitad. Un claro penalti de Frenkie De Jong sobre Djene lo transformó Mata con una frialdad absoluta. Desde ese instante los visitantes pusieron todo lo que tenían sobre el campo. Acumularon delanteros y calidad en el verde en busca de la remontada. Mientras, los de Bordalás redoblaban esfuerzos en defensa para contrarrestar las intentonas de los azulgranas. Damián adelantó su posición dejando el lateral para Nyom. Entre los dos hicieron un muro de la banda derecha, impenetrable en los instantes finales.
En el carrusel de ocasiones de los últimos minutos pudo pasar de todo. Cucho Hernández pudo matar el partido por dos veces. Después le tocó al Barcelona, pero el resultado no se movió. Victoria de fe y tres puntos en casa.

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