El 10 de noviembre de 2000 Seaflower fue designada como Reserva de Biosfera por el Programa Hombre y Biosfera, de la UNESCO.
• Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible destaca esta fecha en la que se conmemoran dos décadas de conservación y aprovechamiento respetuoso de los recursos naturales.
• Actualmente existen 701 reservas de biosfera en 124 países. La de Seaflower alberga los más extensos y productivos arrecifes coralinos a nivel oceánico en el Caribe.
Bogotá, 10 de noviembre de 2020 – MADS-. Las reservas de biosfera son un buen matrimonio entre el hombre y la naturaleza, entre el desarrollo y la sostenibilidad, entre el contacto directo y la conservación. Por eso son también entendidas como laboratorios para el aprendizaje del hombre en función de la protección misma de las riquezas de los ecosistemas.
Actualmente hay 701 reservas de biosfera en 124 países, que pertenecen a la Red Mundial de Reservas de Biosfera. Colombia cuenta con cinco de estos laboratorios ubicados en el macizo colombiano (el cinturón Andino), en El Tuparro, la Sierra Nevada de Santa Marta, la Ciénaga Grande de Santa Marta y en Seaflower, esta última registrada como reserva de biosfera el 10 de noviembre de 2000.
Durante estas dos décadas, la Reserva de Biosfera de Seaflower ha permitido un desarrollo económico y social sostenible, basado en el aprovechamiento respetuoso de su biodiversidad y en la formación de nuevas generaciones con enfoque de protección y conservación.
La Reserva es el hogar de más de 2.564 especies registradas entre la cuales se encuentran especies migratorias, endémicas y sub endémicas; también en hogar de especies amenazadas (más de 70 especies) y en peligro de extinción.
En ella se encuentran más de 407 especies de peces, 48 corales duros, 54 corales blandos, 3 hidrocorales, 2 anemonas, 3 medusas, 130 esponjas, 37 moluscos, 37 crustáceos, 38 equinodermos, 4 reptiles, 5 cetáceos, 157 aves, 3 pastos marinos y 4 mangles.
Asimismo, es hogar de 33 especies de tiburones y 13 especies, algunos muy populares como el tiburón gris de arrecife o la Stingray, pero también especies raras y de aguas profundas como el tiburón de 7 branquias o los tiburones lucero (Etmopeturs spp).
Se destaca además dentro de la reserva poblaciones importantes de recursos pesqueros comerciales como caracol pala, langosta espinosa, pargos, meros y chernas. Y siete colonias reproductivas de aves marinas, la mayor diversidad de corales blandos en el Caribe occidental, una tortuga acuática endémica y las majestuosas migraciones del cangrejo negro, Gecarcinus ruricola, (único en la región).
La paulatina transformación del modelo de desarrollo del archipiélago está favoreciendo un mejor y más equilibrado crecimiento económico, con oportunidades para los grupos menos favorecidos.
El desarrollo sostenible de los recursos naturales de esta reserva de biosfera ha estimulado el incremento de iniciativas empresariales como posadas nativas, los grupos artesanales y productos orgánicos, desarrollados por la comunidad con la asesoría permanente de la institucionalidad.
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