En todo el mundo las festividades significan el regreso a la mesa de algunas especialidades típicas: ensaladilla Olivier (o rusa, como se conoce en otros lugares) para el año nuevo en Rusia, haleem para Ramadán en la India y Oriente Medio, potaje de frijoles rojos para el solsticio en Corea, pasteles de fruta para Navidad en Inglaterra, pan pogača para la Pascua Ortodoxa o tartas de plátano para el año nuevo lunar en Viet Nam. No importa el origen de las fiestas ni cuándo se celebran, generalmente hay un tipo de comida especial que las acompaña.

Izquierda: Haleem es un guiso hecho de trigo, carne, lentejas y especias. Se prepara por lo general durante el Ramadán en la India y partes de Oriente Medio. @vm2002/shutterstock.com 
Derecha: La fiesta de fin de año es una gran celebración en Rusia y la ensaladilla rusa, (o ensalada Olivier), una mezcla de papas, guisantes, zanahorias y otros ingredientes, es el plato más tradicional. ©Yulia Furman/Shutterstock.com

Las festividades son un buen momento para celebrar la comida y apreciarla. Sin embargo, en algunas zonas del mundo, estas fiestas se han convertido en sinónimo de comer en exceso y, frecuentemente, en desperdicio de alimentos. *En 2011, la FAO estimó que 1/3 de todos los alimentos producidos en el mundo se pierde o se desperdicia. Eso equivale a 1 300 millones de toneladas al año. Y la comida no es lo único que se desperdicia cuando no se consume: todos los recursos (como semillas, agua, piensos, etc.), el dinero y la mano de obra necesarios para producirlos también se pierden.

En esos días en que celebramos a las personas y los principios que valoramos, es justo que pensemos también en evitar el desperdicio de alimentos.

Al no comerlos, no solo se desperdician alimentos, también todos los recursos que se emplearon su producción, además de dinero y mano de obra. ©Nito/Shutterstock.com

Aquí encontrarás 6 consejos para evitar o reducir el desperdicio de comida:

1. Sé realista: Planifica con antelación y no prepares comida para 50 personas si solo van a cenar 5.

2. Congela la comida que ha sobrado o compártela con los invitados: si cocinas demasiada comida, anima a los invitados a llevarse un poco a casa. Lo que quede, déjalo de inmediato en el congelador para otro día. En general, la comida no debe dejarse a temperatura ambiente durante más de dos horas.

3. Convierte la comida sobrante en el almuerzo o la cena del día siguiente: Hay muchas recetas creativas en internet para usar las sobras de comida. De hecho, varios platos como guisos, el gulash, el fattoush y la panzanella partieron del deseo de no desperdiciar frutas, hortalizas o pan. Asegúrate de guardar las sobras en el refrigerador y usarlas lo antes posible.

4. Termina las sobras antes de cocinar algo nuevo: el instinto de hacer algo diferente para cada comida es bastante común, pero antes de cocinar un plato nuevo, vea si ya tiene algo preparado e inocuo para comer que pueda terminar. Como alternativa, puedes convertir tus sobras en un plato nuevo. Solo recuerda evitar recalentar los alimentos y luego volver a ponerlos en el refrigerador.

5. Deja que los invitados se sirvan solos para que puedan elegir la cantidad que quieran: aunque sea agradable servir a las personas, un anfitrión puede no medir con precisión cuánto quiere comer alguien, y generalmente se equivoca por exceso. Permitir que los invitados se sirvan solos significa que pueden elegir la cantidad que les gustaría comer. (Un consejo para los invitados: cuando se trate de una comida en la que tú te sirves solo, ¡no te sirvas más de lo que puedas comer!).

6. Regala lo que no uses: si te sobran latas de conservas, productos secos u otros alimentos no perecederos que se pueden donar, hay muchas organizaciones benéficas que los aceptan. Consulta en internet los lugares cercanos que aceptan donaciones.

En las fiestas, recuerda que tener suficiente comida es un privilegio. ¡No la desperdicies!

fao.org