El serbio firma un balance de 80-8 en Melbourne Park

La hora de la verdad se acerca para Novak Djokovic en Melbourne Park. El No. 1 mundial avanzó a su 9ª semifinal del Abierto de Australia tras vencer por 6-7(6), 6-2, 6-4, 7-6(6) a Alexander Zverev en tres horas y 34 minutos de partido dejando claras varias cosas. Por un lado, que las dudas generadas por su abdominal en las rondas previas han quedado bajo control. Por otro, que el mensaje enviado al vestuario no puede tener más fuerza. Siempre que el serbio superó los cuartos de final en Melbourne Park terminó levantando la copa de campeón.

El partido fue un dechado de virtudes de Djokovic. El serbio firmó un papel enorme al servicio, conectando más aces (23 por 21) que el alemán, uno de los grandes pegadores del circuito.

Que la noche sería épica quedó probado en un primer set de infarto. Cuando Djokovic entregó su primer turno de servicio con una doble falta, quedó a merced de Zverev y el partido se abrió en una batalla de intercambios antológicos. Poniendo en marcha la pelota a más de 220km/h, el alemán mantuvo la mirada a la velocidad de piernas del No. 1, empeñado en hacer de la supervivencia su sello. Pocos resisten la adversidad como el de Belgrado y se encargó de dejarlo claro. Con 5-3 en el marcador Djokovic resistió a un turno de 10 minutos con su servicio, levantando una pelota de set con un tremendo revés paralelo que dobló las manos de Sascha. 

La impresión del vigente campeón se pudo sentir en todo el estadio. Después de ocho juegos donde intentó acortar los puntos, Djokovic volvió a su estado natural. Novak recuperó la rotura en un juego agónico, colocando el 5-5 tras un punto de 24 golpes en el que Zverev mandó un revés al limbo. El desempate fue una consecuencia lógica de esta reacción. La vida volvió a ser peligrosa en el tiebreak para el serbio. Allí, sometido de nuevo a los golpazos de su rival, Djokovic volvió a quedar contra las cuerdas. Con una perseverancia digna de mención, Zverev aprovechó su tercer pelota de set para tomar ventaja en el partido.

Zverev nunca había ganado a un Top 10 en Grand Slam y el precio de una primera victoria no se antojaba barato.

Djokovic apenas necesita un motivo para alimentar su resistencia. Pese al golpe moral del parcial, con más de una hora sobre las piernas, Novak abordó la segunda manga con la concentración de un relojero. El de Belgrado abrió en canal el partido (4-0) con un nivel espectacular de tenis y se lanzó a recuperar el control en la Rod Laver Arena. Ningún estadio entrega tal autoridad al balcánico, que equilibró el choque con absoluta frialdad. Apenas 3 puntos perdidos al resto elevaron a Djokovic a la categoría de intocable.

El fuego interior de Djokovic había regresado para proteger el fondo de pista. El balcánico dominó las mangas definitivas desde la capacidad de sufrimiento, demostrando que pocos dominan así el arte de remar a contracorriente. Djokovic remontó roturas en los dos últimos sets del partido y subrayó su voluntad de afrontar cualquier desafío en su escenario predilecto. 

La tercera manga fue el ejemplo más claro. Zverev llegó a dominar 4-1 y logró desesperar al balcánico, que estrelló su raqueta contra el suelo en mitad del descontrol. Sin embargo, hace falta mucho más que unos minutos de tensión para inclinar al No. 1. El serbio canalizó su enfado hasta encadenar los últimos cinco juegos del set, revelando que nada hay más peligroso que dar una segunda vida a un gran campeón.También Podría Interesarle: Karatsev: “Tenía Como 200 Mensajes De Whatsapp”

El cuarto set fue el Everest definitivo en manos de Novak. Aunque Zverev volvió a dominar el marcador, dibujando un 3-1 con aroma a quinta manga, el serbio mantuvo la compostura para evitar ese destino. Novak comenzó a usar el revés cortado para romper el ritmo del alemán, que vio desaparecer su enésima renta en el encuentro. La igualdad fue extrema en una manga no apta para cardíacos, donde Djokovic levantó una pelota de set con un ace para llegar al tiebreak. El vigente campeón decidió no frenar hasta conquistar el partido, cerrando la victoria con su 23er servicio directo.

Djokovic celebró el triunfo con estoicismo, sin mayor gesto que una mirada al banquillo. Para el ocho veces campeón, el trabajo no ha terminado.

Con cinco victorias ya en las manos, Djokovic llega al momento decisivo. El serbio disputará las semifinales del Abierto de Australia ante el ruso Aslan Karatsev, que sorprendió por 2-6, 6-4, 6-1, 6-2 al búlgaro Grigor Dimitrov para seguir firmando un debut de ensueño en Melbourne Park. Será el primer enfrentamiento entre ambos en el circuito.

¿Sabías Que…?
Novak Djokovic ha alcanzo 39 semifinales individuales de Grand Slam a lo largo de su carrera deportiva. El serbio ocupa la segunda plaza histórica, únicamente por detrás de la marca (46) establecida por el suizo Roger Federer. Djokovic ha disputado un total de 63 torneos del Grand Slam durante su trayectoria profesional.

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