El serbio supera a Karatsev en semifinales

Las noches en Melbourne Park tienen un nombre propio. Novak Djokovic alcanzó este jueves su novena final del Abierto de Australia tras vencer por 6-3, 6-4, 6-2 al ruso Aslan Karatsev tras una hora y 54 minutos de juego, terminando con una de las grandes historias del primer Grand Slam de la temporada. El vigente campeón mostró su fortaleza en el torneo resolviendo por la vía rápida un choque repleto de incógnitas. Y subrayó algo que ya es tradición: intentar coronar Melbourne y levantar su 18º grande en la final del domingo.

El choque alumbró el atrevimiento de Karatsev, desatado ante la oportunidad de seguir extendiendo una utopía. El jugador ruso, que jamás había disputado un partido de Grand Slam, se plantó en la Rod Laver Arena buscando una plaza en la final ante el No. 1 del mundo. Lo hizo con una entereza absoluta. Toda una reivindicación para la clase media del circuito en un escenario de atención absoluta.

La primera manga fue el beneficio de la duda para Karatsev. Con un potente servicio y unos golpes duros como el granito, el moscovita jugó suelto durante los primeros siete juegos. Sus piernas protegieron con decisión el fondo y cada manotazo que tomó pista fue un golpe de oxígeno. Aunque parecía complicado creer en un imposible, Karatsev guió su suerte punto a punto. Djokovic acabó con la ilusión rompiendo en blanco el servicio del ruso (5-3) y a partir de ahí acudió a enterrar el partido.

La autoridad de vigente se hizo notar en el segundo set. Su servicio funcionó a la perfección, el ritmo del juego brotaba de sus manos y los errores brillaban por su ausencia. El serbio arrebató dos turnos de servicio con suma facilidad a su rival y navegó con la tranquilidad del que avista la orilla. Tras escalar hasta las semifinales, sin embargo, la rendición no entraba en el vocabulario de Karatsev. El ruso discutió el ritmo de fondo, mató la pelota al resto y cocinó las piernas de Djokovic, zarandeado hasta el punto de boquear tras los intercambios. 

Antes de claudicar, con una fe eterna, Karatsev pasó del 2-5 a tener el 5-5 a un punto de distancia. Djokovic salvó dos puntos de rotura con tremendos servicios y celebró el cierre del set dejándose la garganta, sacando una enorme presión de su cuerpo. El partido estaba casi sentenciado, el No. 114 mundial andaba contra las cuerdas, pero el sudor empapaba el pecho del serbio.

Negarse a bajar los brazos fue el mayor sello del ruso. Si Djokovic levantó un 2-0 nada más abrir el tercer parcial, un mazazo que hubiera rendido al grueso del vestuario, Karatsev siguió remando como si nada pasase a su alrededor. El moscovita recuperó la rotura y mantuvo la actitud de todo el encuentro: obligar al No. 1 a ganarse cada paso. Djokovic acabó resolviendo el encuentro, aunque debió comprobar la dureza de Karatsev antes de llegar al objetivo. 

Djokovic disputará la final del Abierto de Australia ante el ruso Daniil Medvedev o el griego Stefanos Tsitsipas, que disputarán la segunda semifinal este viernes en la Rod Laver Arena. El balcánico buscará su tercer título consecutivo en Melbourne Park, igualando la marca firmada entre las ediciones de 2011 y 2013.

¿Sabías Que…?
Novak Djokovic intentará convertirse en el primer hombre de la Era Abierta en ganar tres títulos del Abierto de Australia tras cumplir los 30 años. Tras ganar el título en 2019 (31 años, 250 días) y en 2020 (32 años, 256 días), el serbio se convierte en el 4º hombre de la Era Abierta en ganar múltiples títulos en Melbourne – tras Roger Federer, Andre Agassi y Ken Rosewall.

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