En septiembre de 2019 se reunió en París la división de la ONU dedicada a la educación y la ciencia, para celebrar su 40º Conferencia General. Entre muchas otras resoluciones que se tomaron el día 3, figura la de declarar a partir del 2020, al 4 de marzo como el día mundial de la ingeniería para el desarrollo sostenible.
El objetivo de dicha conmemoración apunta a poner de relieve todos aquellos logros que los profesionales de la ingeniería alcanzan en el mundo actual e intentar que el público en general, conozca y comprenda la magnitud e importancia de los mismos, para el desarrollo de los diferentes sectores de la sociedad.
Es fundamental que la gente sepa, que los avances e innovaciones que se consiguen a nivel tanto de la ingeniería como de las diferentes tecnologías, resultan esenciales para la vida moderna. Esto es especialmente destacable, si fijamos la mirada en los objetivos de la agenda 2030 y en la necesidad perentoria de que todo desarrollo sea sostenible.
La referencia a desarrollo sostenible apunta a que las creaciones, avances y sistemas que se apliquen en los proyectos de ingeniería deben ser capaces de resultar funcionales, durante los períodos de tiempo que los profesionales indiquen, sin generar efectos perniciosos en el medio ambiente.
Antecedentes y realidades
El reconocimiento de la importancia de la ingeniería y de su papel en la sostenibilidad mundial, es una oportunidad única para demostrar la relevancia que esta profesión ha tenido a lo largo de la existencia del ser humano, quien durante siglos ha recurrido a ella para avanzar desde la prehistoria hasta la actualidad.
Monumentos tales como el Partenón y la Acrópolis de Atenas en Grecia, el Coliseo, los acueductos o las vías romanas, las pirámides y construcciones de civilizaciones tan antiguas como la egipcia o la maya o la Gran Muralla de China, son buenos ejemplos de la importancia histórica de la ingeniería y de su rol modernizador y de superación constante.
La inventiva que caracterizó a los ingenieros de todas las épocas sigue presente aún en nuestros días, puesto que contamos con testimonios de sus obras, que han pervivido a pesar de haber sido erigidas en tiempos remotos; muchas de ellas están protegidas por la UNESCO que las ha declarado bienes del Patrimonio Mundial.
La ingeniería resulta crucial tanto para el progreso económico de las naciones, como para el desarrollo sostenible de las mismas. Es uno de los impulsores de la economía moderna y resulta fundamental contar con su aporte, para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se han impuesto las Naciones Unidas.
Los profesionales de la ingeniería siempre han sido útiles, pero en el contexto actual de dificultades y ante la necesidad de un marco de sostenibilidad son irremplazables, especialmente a la hora de proteger los océanos y los recursos terrestres, de preservar las fuentes de agua limpia, de lograr cultivar cada vez más alimentos o de la imprescindible resiliencia ante los desastres naturales.
¿Qué puede hacer un ingeniero en el ámbito del desarrollo sostenible?
Según los expertos, el 40% de los perniciosos gases de efecto invernadero tiene su origen en el tipo de vida que tienen los humanos. Especialmente en las ciudades se consumen grandes cantidades de energía, que suelen ser producidas a partir de la quema de combustibles fósiles y de la que luego se pierde una gran cantidad, por la falta de eficiencia energética de hogares, trabajos, industrias, artefactos, etc.
Las nuevas tendencias en ingeniería y arquitectura apuntan a diseñar edificios, viviendas, vehículos y demás elementos cotidianos, con altos niveles de eficiencia, con la mirada puesta en el ahorro y la optimización de los recursos. Las energías que se empleen deberán provenir de fuentes renovables y los diseños tendrán que tener como base la sostenibilidad.
Por otra parte, el diseño sostenible es un importante factor que reduce los costos de producción y operación de los elementos que se crean bajo esta perspectiva. Usar materiales reciclables y reciclados, reinventar nuevos usos para cosas que se tienen, reutilizar piezas, emplear energías renovables, son medidas saludables para el medio ambiente y para el bolsillo.
Además, los nuevos productos que los ingenieros están diseñando bajo los parámetros del desarrollo sostenible, tienen un valor agregado muy importante y nada despreciable. Estos diseños deben ser más duraderos, menos contaminantes, con mayor cantidad de prestaciones, adaptables, versátiles y funcionales.
¿Más mujeres ingenieras?
La ONU reconoce que por más que la ingeniería no debería tener género, la realidad es que las mujeres no han tenido la presencia que se merecen en los diferentes campos de la ingeniería, puesto que, hasta hace relativamente poco, se consideraba que ésta era una profesión “de hombres”. De hecho, en ciertos países aún existen algunas limitaciones para acceder al estudio de estas carreras, si se es mujer.
Superadas las barreras educacionales y sociales, queda mucho camino por recorrer para que la fuerza laboral femenina dentro del campo de la ingeniería se multiplique, ya que mundialmente apenas llega al 10%. La idea es que no solo puedan estudiar ingeniería hombres y mujeres, sino que todos accedan a oportunidades de trabajo basándose en sus capacidades y conocimientos y no en el género.
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